jueves, 15 de diciembre de 2011

UN DIOS SALVAJE



Si Dios es, ese ente que entendemos debe estar siempre de buen rollo.
¿Que pasa cuando tiene un mal día?
¿Que ocurriría?
¿Se llenaría el mundo de enfermedades causantes de dolor y tristeza?, ¿existirían miles de casos de Sida sin tratamiento por falta de recursos?, ¿montones de cánceres en gente joven jodiéndoles la vida y su entorno?, ¿se producirían terremotos arrasadores de vidas y ciudades?, ¿ocurrían guerras étnicas, religiosas, fratricidas?, ¿existiría una atroz trata de blancas y violaciones permanentes de los derechos de la mujer, turismo sexual de niñas y explotación del trabajo infantil?.

!!!Joder¡¡¡ Pues menos mal que oficialmente y a día de hoy, no se nos ha informado de que el señor Dios tenga un mal día. Estoy encantada del alivio.
No sé si como entidad, pero dentro de cada uno de nosotros hay un pequeño “dios salvaje”.
Yo personalmente pienso que vivir en sociedad ya es una salvajada.

No existe el modelo de vida ideal, of course. Ni existen los sistemas sociales perfectos, cierto. Las relaciones sociales son complejas y confusas, evidente.
¿Que es más higiénico, aceptarlas y encajarlas, adaptándose a una especie de sodomía permanente?
¿O por otro lado, ser muy anti-bourgoise y especialmente flatulento?
Seguro que lo primero, sin duda.

Pese a mi exagerada pasión por la literatura y época victoriana; de vidas encorsetadas, cortesías extremas, moral rígida, educación exquisita, saber estar permanente, de tiempos y protocolos estrictos, damas reprimidas, caballerosidad al límite etc. No creo que hubiera encajado en ella, ni media hora.



¿Pero por qué llevo tan mal últimamente, las permanentes muestras de bajeza moral, decepciones amistosas, colapso de sentimientos, el que te despachen con desaire, la sobrecarga de opiniones no solicitadas, las falsedades y pantomimas sobreactuadas, los capullos en vinagre en general y la mala educación en particular?
Seguramente se deba a una puesta en valor de mis propios sentimientos frente a la devaluación social.
Me aferro en plan histérico a una frase del tremendamente genial Fernando Savater, “Nada puede reclamarse cuerdamente a la vida”

¿Es absolutamente necesario que la vida sea tan hiperrealista?

Creo que soy demasiado exigente. ¿Pero con quién?

Claro, no son lo mismo unos boquerones en vinagre que un bacalao a la vizcaína. No.
Tampoco es lo mismo unas palomitas de maíz que unos buñuelos de manzana. No.
Ni tampoco es lo mismo la mortadela que un jabugo cinco jotas. No
Y así interminablemente.
Por ello no se le puede exigir lo mismo a todo el mundo. Cada uno tiene su capacidad psicomotora y su opendemind que la vida le ha dado. O que se ha buscado.

Parezco una vieja cascarrabias, quizá lo segundo, para nada lo primero.


En 2007, una soberbia Yasmina Reza, escritora, actriz y dramaturga francesa, escribe un libro con un argumento a camino entre: la idiotez colectiva, la trastienda humana, los instintos personales, las ganas de gritar y la corrección social.
Y las pústulas de las parejas que bajo la piel emergen en medio de los acontecimientos más banales. No lo he leído, prometo hacerlo antes de cumplir los 36. Pero para goce y alegría de mi cuerpo, he visto la estupenda adaptación de Polanski para el cine.
Una hora y media de psicoanálisis y terapia grupal.
Aconsejo verla.

No puedo dejar de pensar y darle vueltas a mi cuarto y mitad de cerebro, con la necesidad de, en ciertas ocasiones y ante ciertas personas, dejarse llevar por el instinto “salvaje”, la incorrección y las jodidas ganas de decir cuatro verdades bien dichas. Y luego “aquí paz y después gloria”. Sin ser groseros pero directos, con clara dignidad verbal. Y gestual, si llega el caso.
Sinceramente debe sentar de maravilla. E incluso lo compararía con algo bastante escatológico, pero eso lo dejo para otros.

En fin, que Dios me perdone.
O, ¿lo tengo que perdonar yo a él, por tener un constante “mal día”?
Paso de perdonarlo, que para eso es Dios.




martes, 29 de noviembre de 2011

EL CUENTO DE LA MUJER INDEFINIDA

En el país de las probabilidades existe una mujer. Ella es la mujer indefinida.

Siempre supo definirse, tenía la misma mentalidad que un perro tirador de trineos. Le gustaban los espacios amplios y mirar constantemente hacia delante, correr y avanzar lo más rápido posible. No tener paredes cerca, ni lejos, no tener límites, ni fronteras. Y especialmente le gustaba, al igual que a esos increíbles animales, tirar.  Tirar de todo, para seguro y contra todo pronóstico, llegar.
Pero ocurrió que una parte suya se convirtió en indefinida. De repente, bajo todo su cúmulo de energía, tensiones, distensiones, huesos, músculos, risas, hormonas y pestañas, entre otras cosas; surgió, un mundo indefinido.

Ella no conocía a nadie indefinido. Para ella, práctica y directa, todo debía tener un nombre. El chocolate, por ejemplo, ¿podía llamarse tristeza?, la risa ¿podía llamarse descalabro?, los alisios, ¿podían llamarse carbón?, las plumas ¿podían llamarse citoplastos?, el perfume ¿podía llamarse endometrio? ….. No, habían tantas cosas que sólo se podían llamar como se llamaban, con sus cadencias, sus ritmos, sus misterios y su letras.

Bueno, ¿y ahora que hago? Se preguntó, todo lo indefinido más tarde o más temprano acaba teniendo un nombre, se define de alguna forma. ¿Pero, y si yo, como esto es mío y solo mío, de mi cuerpo, de mi mente y de mis entrañas, le pongo yo misma un nombre nuevo?

La idea empezó a martirizarla, no la dejaba pensar, ni caminar, no se concentraba en nada, apenas comía. Escribía y escribía nombres y más nombres, en papeles, en las esquinitas de un libro, con las teclas de un ordenador. Nombres que le envolvieran el estómago por las noches, definiciones lógicas y coherentes a su yo indefinido. Necesitaba un envoltorio brillante.

!!Una mierda¡¡¡ !Iba a tener ella algo en su cuerpo con un nombre vulgar, catastrófico y sumamente indigerible¡

La gente a su alrededor no la comprendía, pasaron días y días, y se alejaron de su mundo, parecía obsesionada. ¿Por qué quieres poner un nombre nuevo, a algo que al final siempre tiene una definición?, le preguntaban.

Es mío y nada más que mío. Yo lo soñaré, lo odiaré, lo ironizaré, lo maldeciré, lo gritaré y seguro mucho, mucho lo reiré, puedo definirlo como yo quiera. Dijo tajantemente una tarde rodeada de interrogantes.

Y así lo hizo, tras mucho pensar y pensar encontró un nombre a su parte indefinida.



Lo llamaría “voluta”, vo-lu-ta.

Voluntad, nada se consigue sin la maldita voluntad.

Lucha, nada se supera sin luchar.

Tabú, no hay prohibiciones, no dejaré de decir lo que pienso, lo que opino, lo que quiero.

Voluta” empezó a ser una buena compañía. "Voluta" era un desafío y tenía tendencia a empujar a la mujer asustada, a las ideas más estrambóticas.

Iniciaron una relación inseparable.
Ahora la parte indefinida no solo tenía nombre sino también forma. Adquirió una forma envolvente. Parecía una delicada superficie sobre un capitel corintio, sujetando un bellísimo frontón de un magnífico templo romano. Solemne y elevada junto al resto de columnas, sosteniendo un lugar de culto, de refugio. Como su propia “voluta”.


Otras veces, su forma recordaba a las lineas suaves y en espiral de sinuosas curvas e interminables de una caracola.



Aquella parte indefinida, se tornó bella, delicada y deliciosa. Tenía nombre, un nombre precioso, tenía forma, una forma de mujer.
Existía por fin de forma lógica y para aquella mujer, con tantas  angustias y sus pequeños miedos, fue una inigualable compañera.


Fin

domingo, 20 de noviembre de 2011

LA GENERACIÓN DEL ORFI. V. VUELING

V. ha estado de viaje.
Hemos prescindido durante seis días de su maravillosa conversación, su tufo a Opium y sus constante wahtsappeo con Mari Loli, su comercial.
Ha vuelto más profunda, al ser un viaje turístico, con muchas dosis de Arte por vena e iglesias de mil tamaños, nos confirma, recién sentadita delante nuestra, que es otra. La cultura del siglo XVI, la ha cambiado.

Para empezar, no se pide su Coke habitual sino un capuccino con un poco de anís, una paloma refinada. Dice que tras tomar doscientos capuccinos, uno detrás de otro, e irse de bareta en unas cuantas bakerys, ha decidido mejorar el producto customizándolo al estilo Vega Baja del Segura. Y ahora ya tiene el estómago y sus espasmos controlados.

La miramos con resignación, conociendo el panorama, la mitad de los paisanos de la ciudad que la han recibido como turista amateur, ya toman su brebaje made in "ella misma".

Le pido que nos cuente cosas de su viaje iniciático en soledad.

¡Muy bien, chicas!, ¡fenomenal, fenomenal, no he tenido ni un solo probema, todo genial!.

Bueno, las cosas de los viajes y eso, ya sabeis. El viaje de ida, estuvo un poco animado. Primero, al pasar el control, me dice un chico bajito pero con porra, que me quite las botas con tacón de 10cm. (esas cómodas que me pongo para los vuelos).  Le explico con paciencia que si yo fuese una terrorista en ciernes, nunca me metería ahí el arma asesina, ya que, mis botas de Loewe son de una piel tan fina, que seguro el atentado lo cometo contra mi misma.
Y que me cuesta mucho quitármelas y sin ayuda no me las puedo volver a poner.

El muy petardo, no se convence y dice, !señora, quíteselas¡  Me mosqueo, pero le insisto: Si se empeña luego tendrá que ayudarme.
Me pone cara de comemierdas y como el resto de viajeros están detrás gritando, ¡que se las quite, que se las quite!, pues me las quito.

Paso el control y claramente no soy una terrorista enfundada en misiles.

Toca ponerse las botas.

No puedo, a parte de que intento colocármelas con los leggins de cuero de poliuretano, que abultan, tengo los pies hichados de tanto ir de un lado para otro.

Eh¡¡ tu¡¡ señor vigilante¡¡ !tiene que ayudarme con esto¡ le grito; sentada en la cinta de las cajitas vacíatodo.

Al obstaculizar con mi culo el fluir natural de la cinta, el colega se pone rojo de ira y decide meterme las botas, a base de sutiles empujones de la cremallera y de los talones.
Me entran. Estoy roja y sofocada. Nunca me habían magreado tanto en público...., ¡¡las señoras se morían de la envidia!!



Sigo, al no tener asiento asignado, tuve que arreglármelas para: tras unos taconazos, unos tetazos y unos pequeños empujoncillos con el macuto del portátil, situarme cómodamente de las primeras de la cola. Y entonces al embarcar sufrí una tonta y ligera discusión  con la monísima de la auxiliar de vuelo, pero de la tierra firme, para convencerla de que no llevaba tres equipajes de mano, sino uno.

La pobre debía ser un poco miope y atrófica porque se empeñaba en ver tres. A si que, antes de matarla, ya que era muy evidente cargar con un cadáver por toda la terminal, tuve que meter en una sola trolley, el portátil, la minibolsa de aseo de ochenta productos de menos de 100ml. y las veinte mudas para los seis días.

Entre unas cosas y otras, he perdido el DNI en alguno de mis bolsillos, por lo que necesito, allí mismo vaciar todo sobre el mostrador. Me parece que con el lío, me dejé la seda dental y unos salvaslips cottonlike pocket en el mostrador, luego no los encontraba.

A estas alturas, todas imaginamos la foto de V. en todos lo aeropuertos donde opera la compañía aérea. Como la enemigo público numero uno.

Pero, nada, nada, nos dice, tan tranquila, eso no fue lo más divertido.

¿Lo más divertido?, nadie se ha reido una pizca, de hecho queremos llorar.

Lo más divertido, fue cuando llegaron los 60 jubiliados procedentes de Canarias, que bloquearon el avión diez minutos antes de despegar, porque no encontraban su asiento.
Y claro, al ver que no se enteraban, tuve que poner un poco de orden.

V. , le dice Mj con cariño; eso es trabajo de las señoritas azafatas.
¡O si, claro! pero es que los jubilados ya las habían espachurrado en la entrada del WC. y no podían moverse.

¿Y que hicistes?,  le pregunta A, con un evidente temblor del labio inferior.

Pues no sabían encontrar sus asientos los pobres, llevaban tres horas y media de vuelo y los habían metido rápido y corriendo en el siguiente.  Al tener ese tiempo de viaje acumulado más la hora menos suya habitual, todos andaban despistados. Y yo que soy tan generosa....., los coloqué por parejitas.

¡Por parejitas!

Si, señor con señora, señor con señora y así.

¡Que bien! V. parece fácil ¿no?. Bueno, contesta tranquilamente;  alguno se empeñó en protestar diciendo que la señora de al lado no era la suya, perooooo, ¡joder! ¡que importaba eso! 

Y al final,¿ que pasó?, le pregunto, descojonándome por todos mis poros.

Nada, les dije que enseguida, iban a jugar a los boletos de la suerte por tres euros, y que les podía tocar un viaje gratis en tranvía.  Les encantó, chicas, lo de los boletos, les encantó.

Bueno, V. ¿y que tal el viaje de vuelta?, le pregunta A.

Huy, ese regular, un montón de problemas, os cuento....

Noooo, gritamos todas, poseídas por Michel Jackson en Thriller.

Otro día cielo, otro día.









viernes, 21 de octubre de 2011

DE LA ALCACHOFA A CARAVAGGIO

Me siento como una alcachofa, fea, áspera, rugosa. Con la piel dura y los bordes cortantes. Bruta, primitiva, basta, vulgar, muy vulgar.
Como si estuviera plantada en medio de un campo alejado de todo lo civilizado. Con esos aires a planta leñosa, a mediocre verdura. Con mis capas fuertes y resistentes.
Soy verde-gris, una alcachofa sin matices, plana, no tengo un color definido, ni siquiera algo de luz.
No aspiro a ser una alcachofa jugosa de temporada. Una alcachofa de fuera de temporada, de invernadero, de crecimiento artificial.

Soy una alcachofa deconstruida, de moderno diseño con poca consistencia, sin ninguna compañía:  ni unas virutas de jamón, ni salvia, ni un poquito de vino blanco,  ni un poco de miel caramelizada, nada.
Presento el apecto de una alcachofa arrancada hace días, con su tallo amenazante y agresivo, llena de bichitos y tierra seca, con poco atractivo culinario, no parezco ni comestible.

Así me siento cuando estoy delante de un Caravaggio
Como una anodina y triste alcachofa.

Pero también me siento invadida por la tranquilidad, si alguien fue capaz de crear algo así,  yo creo en la condición humana, en su redención

Yo por lo menos lo reconozco. Pero, y ¿aquellos acorazados en la vanidad, pertrechados de kilos y kilos de prepotencia mal encauzada?. La vanidad frente al Arte camina en paralelo con la vanidad frente a la vida, es un estilo de vida. Pero que cuando se enfrenta al Arte, queda tan evidenciada, que si se me permite la expresión, el capullo habitual vanidoso pasa directamente a ser el capullo insignificante, el patético engreido. ¿En serio, cree que se le recordará por algo?, ¿donde está su merito?, ¿cuáles son sus azañas?.
Caravaggio nunca supo que iba a ser tan perpetuo, seguramente frente al reto de la inmortalidad, no habría creado la obra como fue concebida. Si hubiera ansiado ser eterno y magistral, habría sido un creador vanidoso, lo que se vería reflejado en su obra y distaría mucho de lo que ahora és, la obra de un talento puro, impulsivo, salvaje, instintivo, un genio.........

Yo a día de hoy, todavía no conozco a ningún genio de este tipo, de los que me hacen sentir alcachofa. Todos están rodeados de vanidad y no dejan emerger su humildad creadora. Jamás su obra será inmortal.

 
El entierro de Cristo (1602-1604)


No estudié Arte por vocación, para nada, mi vocación era otra. Lo estudié por devoción. Por absoluta y devota admiración.
Es un refugio agradecido, siempre lo ha sido y siempre lo será. 
El Arte tiene esa virtud, es muy sensitivo.
Que si la luz, que si el color, la fuga, la transición de los planos, la alineación de las figuras, la carga simbólica, el tema iconográfico. Todo eso puede importar bien poco, sino sientes cierto placaje mental.

En Florencia para conectar con el artísta, nos llevaban a sus espacios habituales. Cierto día nos acercamos a un precioso entorno de las afueras de la ciudad. Decían (yo lo cuestionaba, como siempre), que en esos lugares, Miguel Ángel se trasladaba a descansar, huyendo de la presión de la ciudad, de su propia fama y de su obra. Se alimentaba de queso fresco y bebía chianti blanco. Ese día lo conseguí, imaginé que había sido verdad, que él había estado allí.
No me sentí alcachofa, fue peor, era un cardo, un cynara cardunculus, se puede comer, pero es espantóso.

Puedo afirmar y arfirmo qué aquel que no disfruta con el Arte, no muestra cierta sensibilidad, visita museos por pasear, almacena catálogos por rellenar, construye montañas de escombros por "arriesgar", disfraza la creación en merchandising y bla, bla, bla, es un puro ignorante intelectual. Un cabestro. (He sido demasiado fina......)
Lo triste es que de estos, cada vez hay más, crecen como las alcachofas en tierra seca.

Dijo Tintoretto: -"El Arte no imita la naturaleza, sino que la crea. La verdad y la belleza no son cosas, no están en el mundo, sino en lo más profundo de nosotros, en esa parte escondida que nunca será conocida pero que deber ser liberada. Pintar, pintar de verdad, y no para complacer a un cliente ni para ganarse la paga, es como soñar"-.


"La dama que descubre el pecho", Tintoretto. Museo del Prado

 


viernes, 7 de octubre de 2011

DE COMO SOBREVIVIR A LA PÉRDIDA DEL SENTIDO COMÚN


Primero y que quede claro, lo he perdido por común, no va conmigo.

Segundo, no me era práctico. Me despertaba por la noche recordándome la compostura perdida durante el día. El puto taco que se me había colado. La progresiva inmadurez de mis acciones. La cantidad de energía mal canalizada. La despropoción entre mi peso corporal y mi masa encefálica. La tangible y superflua falta de interés por lo sano. El tangible y descarado interés por lo insano. Eso ha sido irracional e impulsivo, no deberías repetirlo, Independent.
No me dejaba pegar ojo. Por lo tanto era un serio estorbo.

Tercero, no le veía futuro. A mis 20 años ya lo veía un poco quemao. Me había llevado por el buen camino, la senda correcta. Entre esa ajustada linea de corrección que decía permanentemente: querida, esto es lo que hay que hacer, esto es lo sensato, esto es lo aceptable, esto es lo que debes, esto es lo que se espera de ti. Con esa inocencia de la juventud que tengo, lo había desgastado.
Señor común para acá, señor común para allá. Me decía, no te subas ahí, que te estrellas, no metas la mano ahí, que la pierdes, no te metas con esa petarda, que te la devuelve.  ¡Un encanto mi común!. Eso mata, eso engorda, eso te jode, eso no lo votes, eso es rojo, eso pica, eso escuece.

Cuarto, me había vuelto aburrida. No me dejaba entrar con el tema de los Ramones en el móvil a la clase de Yoga. No me dejaba bajar con mis tacones de 10 cm. al chiringuito de la playa. No me dejaba salir sin sujetador. No me dejaba pintarme los labios conduciendo mi vespa. No me dejaba no terminar un libro. No me dejaba tomar Manhattans para desayunar. No me dejaba llamar a mis amigos a las tres de mañana para decirles que estaba escribiendo de la pérdidadelsentidocomún.
No me dejaba decirles piropazos a los tíos buenos por las calles. No me dejaba tatuarme una flor de lis en el cachete del culo. No me dejaba dejarme las canas. No me dejaba reirme de los ataques de cabreo de mi jefe. No me dejaba provocar. Ni seducir. No me dejaba montar un metting point en mi cama, dentro de mi torre. No me dejaba entrar con mi smartphone al baño de los bares cutres, para fotografiar el panorama.
No me dejaba pedirle matrimonio a Lenny Kravitz. No me permitía llegar tarde, así que era la reina de colarme en los semáforos casi en rojo.

Quinto, afectaba a terceros. Me había vuelto autoritaria, estreñida. Me exigia que exigiera. Me tenía tensa y por lo tanto yo tensaba a todo bicho viviente a mi alrededor. Me tragaba lo que pensaba para no herir, con falta de asertividad, que a la postre era más dañina para mi intestino grueso y para la armonia familiar.
Me limitaba el corage, con lo cual no se lo expliqué en su momento a quien se lo tenía que explicar, y ahora,  por mi culpa, andan por ahí un par de capullos más, lo que afecta claramente a la sociedad.  Me congeló la espontaniedad por paralelismo con el sentido del ridículo, por lo que muchos se perdieron mi ganas de revolucionar y de disfrutar.

En fin, a lo que vamos. ¿Que como se sobrevive sin el sentido común?
Perfectamente, con el sentido de la orientación. Te centras en el norte, y cuando todo cae en picado hacia algún lado y no le encuentras sentido a nada, coges y miras al norte. Allí siempre tienes un puntito, una referencia. Un norte con forma de roca, de verdad verdadera. No hay nada peor que perder el norte y a quien te dirige al norte.








lunes, 3 de octubre de 2011

FALSO BILINGÜISMO

Voy a intentar no parecer cabreada. Plantear el asunto de forma objetiva.
Llevo el suficiente tiempo protestando sobre las carencias de nuestro sistema educativo y cotejando mis informaciones, que me he decidido a exponerlas. Más que nada, porque han venido ellas a mi, han salido a mi encuentro.
Unido a las sucesivas reformas de las Leyes Educativas Ministeriales, que han originado un sistema más comodo para el estudiante, menos exigente y más laxo. Más el esfuerzo permanente de los responsables en la materia por querer innovar, desdeñando sistemas consolidados, viables y eficaces. Considero que existe un grave deterioro en la formación y un caos en la enseñanza pública.
Solo unos pocos nos damos cuenta de que se necesita una coherente inversión. Que no un gasto.
La educación es la base de la evolución de cualquier sociedad, conforma su riqueza de pensamiento. No solo es transmisión de conocimientos y enseñar por enseñar. Es formar personas y crear opiniones, esquemas de desarrollo personal e intelectual. Riqueza social, lo llamo yo.


Pero esto es un círculo vicioso: de leyes desafortunadas, de competencias mal ejercidas, profesores poco motivados (no todos, por supuesto), interinos angustiados, falta de reciclaje, pocos recursos complementarios. De multitud de factores.

Lo último con lo que me topo y que me lleva a decepcionarme todavía un poco más, es con la implantación de la enseñanza bilingüe en la Región de Murcia.
El asunto arranca desde el 2004, cuando se regulan, (copio textualmente):

"los programas experimentales de enseñanza bilingüe en Educación Secundario Obligatoria y Bachillerato (BORM del 24 de Mayo), se dictaron las normas para regular el programa de secciones bilingües en la Educación Secundaria Obligatoria y en Bachillerato, todo ello para impulsar la mejora de la enseñanza, el aprendizaje de las lenguas extranjeras, la potenciación del sentido de identidad  europea, favoreciendo la comunicación entre alumnos y profesores".

Muy bien, muy interesante.

Tras algunos años de funcionamiento de enseñanza bilingüe, se hace necesario publicar una nueva Orden, que refunda todas las anteriores, actualice el funcionamiento de las Secciones Bilingües y facilite el acceso de nuevos centros.

Aconsejo echarle un ojo a esto:

http://www.borm.es/borm/documento?obj=anu&id=432538

Esta publicación por la fechas, como que llegan un poco justos. Cuando algunos centros están enterándose todavía de la película y sin poder informar correctamente a los padres solicitantes, ya que coincide en fechas, con la solicitud de plazas en el centro por parte de estos. Algunos institutos no han sido informados hasta septiembre de que habían accedido a este programa.
La "gracia" de todo esto es la siguiente: se implanta en 1º de la ESO. Pero de una forma claramente discriminatoria, es decir, de las cuatro aulas de este curso, solo UNA accede al programa bilingüe. Primer macro error, solo 30 de los casi 90 alumnos matriculados, tendrán identidad europea, actitudes de tolerancia y respeto y todos los buenos propósitos de este programa. ¿Alguien lo entiende?
¿Pretendemos ser europeos?, si claro, pero un 25%. El resto serán españolitos intolerantes.

Dentro del 25% seleccionados se da por hecho que el criterio habrá sido racional. Es decir, una prueba en madurez en nivel de inglés (obviamente), y de habilidades lingüisticas. Ya que desarrollarán dos asignaturas en esta lengua.
¡Pues no!, segunda sorpresa, la admisión al programa bilingüe, se realiza por el baremo de acceso al centro y por solicitarlo en la matrícula.
El baremo de acceso al centro puntúa criterios de: familia numerosa, renta, minusvalías, ser hijo de antiguo alumno, residencia etc... Y posteriormente para las cuestiones de los empates se designa una sílaba, este año se partía de CIU, para los apellidos y poder realizar la subselección de candidatos.

A esto se suman los niveles de inglés de algunos de los profesores adscritos a este programa. Estos solo han obtenido el B1, dos años de formación, que algunas universidades vendieron como humo y que luego no estaban acreditadas para dar esta titulación. Nivel que queda muy por debajo de las necesidades diarias de una aula, teniendo dos años más para obtener el nivel B2. Pero mientras ya ejercen como profesores del programa bilingüe.

Consultados solo hace una semana a dos inspectores de la Consejería de Educación de la CARM, los cuales nos ofrecen un trato realmente correcto y agradable, nos contestan, que lo que planteamos: la desigualdad de los criterios, la poca fortuna del programa, la marginación positiva, lo injusto del sistema etc.. Es totalmente cierto y que no tienen más remedio que darnos la razón. Parecen sinceros.
De hecho, nos dicen abiertamente,  nosotros no insistiríamos mucho en que nuestros hijos/as, accedan a un aula bilingüe. Ya que puede darse un detrimento en algunas asignaturas y un retroceso en el aprendizaje de ciertos chavales, ya que estos no han sido seleccionados por una base del idioma, sino por baremos ajenos a los temas lectivos.

Me quedo con la boca abierta, superabierta.

La comisaria de Educación de la Comisión Europea, Androulla Vassiliou, reconoce y afirma, que el abandono escolar no solo supone un problema educativo, sino que multiplica el riesgo de pobreza en los ciudadanos.

No son negociables las partidas presupuetarias en educación, no se pueden negociar criterios de igualdad y calidad, no se puede engañar a la población vendiendo falsos sistemas de enseñanza, sin los debidos estudios de competitividad y rentabilidad.
España tiene un 36% de repetidores.Tenemos un modelo nefasto. El PIB destinado a educación está por debajo de la media europea.

"Tenemos una mala ley de educación (la cual tiene más de 20 años). Tal y como está planteada la educación secundaria puede consumir de por vida recursos infinitos. Hay muchos cambios que hacer que no cuestan dinero, pero para los que no hay voluntad política". Alicia Delibes, septiembre 2011.


domingo, 18 de septiembre de 2011

EL WhatsAppolvo

No es un sistema automático de limpieza avanzada que absorbe hasta la última mota de polvo del hogar.

No es un completo planchado de pelo que aparte te succiona el polvo subyacente y te da un brillo milagroso.

No es un enlace a las visitas turísticas que contienen las leyendas urbanas más directas, para conseguir un amante.

No es un coctél de polvos gelatinosos con virutas de champagne acompañadas al estragón.

No es el último modelo de la colección Dior de gabán guardapolvos, para salir las tardes de chirimiri.

No es un sistema radiocontrol para avisar a navegantes en las zonas costeras del polvo en suspensión africano.

No es una nueva versión de la expresión murciana de ¡¡que pasa viruta!!.

No es un protector laminar superadherente para la pantalla del Ipad o del Iphone.

No es un sombrerito diseño japonés para proteger del sol y de los pólenes ambientales de la primavera.

No es un sistema médico de diagnósis para cuantificar la cantidad de polvos que uno echa al año.

Ni tampoco es un sistema médico de diagnósis para los alérgicos.

No es un complejo laminado de metacrilato en las playas de Canarias, como freno a las dunas móviles.

No es un una sistema de protección de las llantas de los jeep Green Power, para recorrer con los turistas los desiertos saharianos.

Ya he explicado lo que no es.

De todo lo relacionado con el mundo 2.0 o comunicación vía móvil,  soy devota convencida y por mucho tiempo espero estar a la altura de mi dependencia online.
Pero por lo que si que no paso, me niego en rotundo y jamás cambiare de opinión, es al WhatsAppolvo. Término que no voy a explicar, ya que lleva intrínseco su propio significado.
Como que lo veo venir. No me interesa.

La carne es la carne, el rollete es el rollete.
Con las cosas del sexo jamás se juega.
Amen.    




Foto expuesta en ArtMadrid 2011

   

jueves, 1 de septiembre de 2011

LA DIVINA DESPROPORCIÓN

¿Que es exactamente la proporción de las cosas?
¿Es bueno que todo esté proporcionado, en su justa medida, en el tamaño ideal?
No. Ser desproporcionadamente rico, no debe estar nada mal.
En muchas cosas un equilibrio es bonito. Un cuerpo humano proporcionado, en armonía, dota al que lo posee de cierto estatus de cuerpo Danone, de bienestar mental, a la par del bienestar de encontrar tu talla a la primera.
De esto existe mucho escrito, teorías y justificaciones de todo tipo.
Retomar el mito de que los antiguos griegos estaban sujetos a una proporción numérica específica, esencial para sus ideales de belleza y geometría. Estos, aseguraban que la proporción conducía a la salud. Ser simétrico es más sano, en fin.
También conocida como la Divina Proporción, la Media Áurea o la Proporción Áurea, este ratio se encuentra con sorprendente frecuencia en las estructuras naturales así como en el arte y la arquitectura hechos por el hombre, en los que se considera agradable la proporción entre longitud y anchura. Agradable, estoy de acuerdo.

Pero vuelvo a la desproporción.
La desproporción del Surrealismo por ejemplo, planteó un nuevo orden en el arte, en el concepto de belleza. " Las Señoritas de Avignon" obra del genial Picasso,  son de evidente hermosura en su intencionado caos, en el supuesto desorden de su composición, en su anarquía.

Yo he descubierto el placer de la desproporción.
La desproporción de mi obsesión radica en el ansia. El ansia de metamorfosearme en asfalto.
Las ciudades gigantes producen en mi un placer infinito.
Enormes avenidas que no tiene fin, alturas imposibles desde donde intentar alcanzar el cielo. Barrios, más barrios, arquitectura corriente, edificaciones excepcionales, rincones acogedores, retros, espacios de luz, de vida, de soledad, incluso.

Las secuelas de un skyline son bastante poco digeribles, ya que las comparaciones son odiosas, muy odiosas. Las secuelas de un skyline son desastrosas, no puedes quitar de tu mente esas millones de luces  y la energía que irradian.
Me encuentro en el momento oportuno en lo más alto de la ciudad, desaparece el sol y comienzan a surgir millones de luces de todas las intensidades; no puedo hablar, me cuesta pensar, tengo unas ganas tremendas de llorar. Hay mucha gente, me empujan, se apretujan contra la barandilla, pero predomina el silencio. Yo estoy colgada, estoy tremendamente colgada y miro hacia todos lados, hay mucho espacio ante mi y me siento pesada, me encantaría volar.
Es lo que he deseado durante mucho tiempo, un skyline, y lo tengo delante, el de NYC.


NYC Agosto 2011,  foto de Hemult Elliott PP

Ahora que lo tengo tan lejos me encuentro con disfunciones varias, (bueno algunas nunca funcionaron bien), tristeza sintomática, estrecheces y mal humor general. Espero encontrar pronto una compensación eficaz, ante tanto mal rollo.
Al volver a la ciudad pequeña he perdido mi libertad, duró poco, pero fue fantástico.
Pederse es poco habitual en una ciudad de tamaño pequeño, es bastante complicado, es imposible.

Los extremadamente urbanitas como yo, deberíamos, perogrullada a parte, poder vivir en la ciudad que nos retroalimente, una "urbe creativa". Hace más de un lustro el escritor Richard Florida teorizó sobre este término, exponía que la clase "creativa" aceleró el crecimiento económico de algunas urbes en Occidente.
La capacidad de una ciudad de sostener un estilo, basado en la cultura colectiva y la convivencia. La ciudad  te retroalimenta y tu la alimentas a ella. Un medio fácil donde vivir y desarrollarse, un ámbito que pueda prolongar tu personalidad y enriquecerla. No bloquearla.
Es fascinante que eso ocurra.

Yo muero por encontrar, de una vez por todas, esa clase "creativa" en mi ciudad. La que innova, la que rompe esquemas, la que se arriesga, la que fluye entre tópicos y vanguardias, la que no tiene miedo, la que grita, la fuerte, la que tiene clase, grupos variados pero sólidos, sin las habituales envidias, dejando hacer, construyendo. A ver si eso me hace olvidarme de que no tengo ni una pizca de skyline.


¿Todos vivimos en la ciudad que hemos elegido?
Bastante imposible. Ninguna es perfecta.


domingo, 14 de agosto de 2011

REFLEXIONES DE UNA HIGUERA


Hola, soy una higuera, antes que nada, quiero dar las gracias a mi amiga La Independent por dejarme su espacio. Estoy necesitada de expresión y le he pedido el favor.
Soy una higuera del siglo XXI, aunque fui plantada hace muchos años en un bonito lugar del sureste español, cerca de un seco y sucio río, pero digno y que me alimenta.
Las higueras damos higos en verano y nos ponemos estupendas, como es mi caso. Mantenemos la tradición mediterránea de atraer las moscas y producir un aroma penetrante que de tan latino que es, debería ser declarado bien de interés etnográfico.
Bueno a lo que voy, este último año mi cosecha de higos no me tiene contenta. Pero no es culpa suya, sino de mi estado de ánimo. Me han salido pequeños, poco sabrosos, débiles y esmirriados. Mi bajo estado de ánimo surge por una crisis existencial de un par de cojones. Pero eso no es nada comparado con el plomazo de la llegada del verano y los ridículos y repetidos prototipos del estío.
Parece que yo aquí desde mi huerto, no me entero de la misa la media, pero estoy muy puesta. En todo.
Que si ZP adelanta las elecciones, subidón subidón, de los nervios se me han espachurrado seis higos de los consistentes.
Que si la crisis económica será el lastre que heredarán todos los hijos de mis vecinos, cierto, como que me llamo Higuera Molona.
Bueno, eso por lo general.

Por lo privado, me parto yo con el ciudadano de a pie. El “homus operandi”.
Ahora todos en la misma “global total dinámica”: muchos factores protectores, desplazamientos en masa, saturación alcohólica, sobredosis de calorías, descanso y propósitos de descanso y hasta los mismísimos de la parienta/e. Que si la escapada a la montaña, la playita, el turismo cultural y el turismo incultural. Que si los niños consumiendo y consumiendo, el inglés y el francés, que mono, que buenas notas y ahora para Inglaterra, foreveryoung.
Al chiringuito, al chillout, a la piscina, al aire acondicionado, a las noches locas.
Los ruidos veraniegos y a la madre que los parió.
Los coqueteos nocturnos, los mojitos, la verbenas de los barrios y de los pueblos. Las abuelas en las puertecicas de la casicas, “a la fresca”.
Las moscas, los mosquitos y el jazminero que está que se sale y me pone cachondísima.
Que si la lluvia de estrellas, que si la nevera, el tinto de verano, la sardina, los disparates que te cobran por comer, los claves por todo.
Las chanclas, !!ay¡¡ las chanclas, las camisetas de tirantes, las barriguicas cerveceras, los escotes y el topless. ¿Para cuando el subless? yo de ventilar algo, me ventilaría lo de abajo, dicen que tiende al sudor agrio.
Los guiris, los muy benditos. Guiris por aquí y guiris por allí, que si la cenica a las siete de la tarde, que si la paella, o el paellón. Que si la feria de Málaga, que si los finos, que si los toros, que Jose Tomás.
El overbooking.
Lo siento, me da la risa floja.
Esta claro que lo mejor del verano, es ser una higuera.



A mi me gusta más la lasitud de todo. La larga espera bajo el calor hasta la llegada del fresco de la noche. Escuchar en el calor de la noche la consumación de los pecados, entre los cuerpos desnudos. El sudor de esos cuerpos y la libertad del alma. El sabor a miel de la piel sudorosa, el penetrante olor de mis hojas y su poder narcótico, la higuera adormilera.
El no ser vulgar entre tanta vulgaridad, en la purga del pensamiento, estar out y no más in. Desaparecer, desconectar, deambular, descansar, despertar, descubrir.
Planear el no planear, no tener hora, no tener ritmos, estar arítmico. Las ciudades vacías, la luna llena de mi verano que le da un toque de terciopelo a mis dibujadas hojas.
El vivir sin entradas, sin salidas, solo permanecer. El silencio de la mente vacía, del no tener que contestar, no tener que responder.

Lo que si me da una gran envidia (sana), es la siesta del verano.
El mito de ese momento único en el año.
Esta, debería estar; entre los doce mandamientos, las promesas matrimoniales, los juramentos hipocráticos. Prescrita en el carnet de identidad, tatuada en las lineas de la mano. Enseñada en los colegios, junto al Quijote, la tabla periódica, las guerras del siglo XX.
Ser objeto de canciones, de poemas, de liturgias plebeyas, de muertes irreflexivas.
Ganar globlos de oro y oscares por un tubo. Tendría que tener una cátedra, de hombres ilustres y mujeres sabias, pasados por la siesta de verano. Tener una avenida gigante en la ciudad de la luz, o en la ciudad del amor, o en la ciudad de las artes, en fin, en la ciudad.
Y por supuesto incluida en todas las declaraciones de intenciones, y las declaraciones de amor. “Declaro ante la luz del sol y el color de tu mirada, que te amo y que siempre dormiré junto a ti, la siesta en verano”. De ahí al cielo.

Yo por mi parte soy feliz con sentir, solo en esta época, la savia corriendo por mis ramas, tibia, viva, rápida, dándome alegría. Todo el peso de los veranos mediterráneos, en mis higos, falso fruto, en realidad una flor modificada en estructura jugosa, como si de mis besos se tratasen, depositados en el altar de la fruta. Dulces, fibrosos, abiertos igual que un misterioso rincón de mujer. Con seguridad la iglesia no los habría permitido, por lascivos, por tentadores. Profanos e irreverentes.

Este es mi verano, ser la reina del huerto, dar higos cautivadores y reírme y reírme de las atrocidades del hombre, de su lucha por llenar las horas de un tiempo de calor. Charlar con los mirlos y dar cobijo a las hormigas.
No siento ninguna envida, es más, me siento dichosa, soberana y serena.



Higos en Almíbar

.200g de Azúcar
.200cc de Agua
.10 Higos lavados y cortados en cuartos

.En una olla pequeña hacer un almíbar liviano con el agua y el azúcar.
.Cuando el almíbar este en su punto agregar los higos y cocinarlos por algunos minutos.
.Dejar enfriar.

A mi amiga Goa, compartimos soledad.

domingo, 24 de julio de 2011

LA GENERACIÓN DEL ORFI. MJ.


MJ. es la mujer Orfi más perfecta jamás diseñada. A sus cuarentorros años es la envidia de mucha pánfila de treintaypocos, más desubicada que un yihadista en la semana santa sevillana.
Sufre un permanente estado de divorcio virtual, inconsistente y sin definir, que la convierten en una de las mujeres más interesantes del panorama social, ya que no queda muy definido su estado civil, su estado carnal y por supuesto su estado mental.

Entre sus principales virtudes, a parte de las intelectuales, portadora de una inteligencia serena y totalmente devastadora en el tête a tête. Tiene la brillante cualidad de merendar salmorejo un poco antes de irse con sus vástagos a cenar al MacDonals.

Su sentido del humor supera con creces cualquier planteamiento de raciocino ante lo que no tenga un sentido dramático o jodidamente existencial, es decir, se lo pasa todo por el forro. Y cuando se pone seria, lo resuelve con una madurez emocional, siempre salpicada de un, “me rió de mi misma, mucho antes de que lo haga nadie”, por ello, nunca nadie subestima su claridad de ideas y su libertad de actuación.

MJ. tiene hijos, hipoteca, kilos de más, canas, patas de gallo, miopía, nada de sentido y nada de sensibilidad y una gracia para contar las cosas que ni Groucho Marx en su mejor día.

Se incorporó muy pronto, "al whisky porque me relaja”, “estoy en la operación otoño, la operación bikini me la paso por el coño”, y “los hombres cuanto más canallas, más me dan ganas de pasarme de la raya”. Es una perfecta weckend complex.

Sus relaciones sexuales son habitualmente asunto de asamblea, aunque nuestra siempre objetiva opinión, le de mucho igual. Comprende nuestros puntos de vista pero se rige por una norma básica estilo MJ. -mi vida sexual, tiene tres fundamentos claves,- la tripe D, diversidad, diversión y dominio. A ver quien es la guapa que le contesta.

Nos cuenta que ha terminado una relación con un chico estupendo. Este siete años más joven que ella, apto y con tacto, buena gente e inteligente. El caso es, que siguiendo su lema, “no pierdas el tiempo, y que le vayan dando viento”, lo ha dejado con él y retoma su tranquila vida de sin compromiso por un par de días.

Nos cuenta que en una reciente visita a su mejor amiga, la divertidísima e inigualable F. (la cual vive en el bonito pueblo inglés de Brampton), ha conocido un juguete sexual basado en una idea de ratones y agujeros, con el simpático nombre de Partychesse.
F. que acuño el eslogan spanishrevolution, mucho antes que el actual movimiento 15M, ya que no llevaba ni un mes en Brampton cuando preparó una tarde una patatas al ajo cabañil y dejó al pueblo sumido en una inconsciencia del paladar, jamás antes sufrida.
En fin, desde entonces acompañan el te de las cinco con este plato tan ligero.
F. la ha puesto al día en todos los detalles del Partycheese y le aconseja que lo localice en España y se ponga manos a la obra con su querido novio semipueril.

En una cena intima y muy en su estilo, MJ. se lo cuenta todo al susodicho y fantasean en sus posibilidades de uso, el momentazo de inauguración, las risas y los placeres que puedan disfrutar juntos.

Y este, una tarde se presenta con una bonita caja empaquetada, en su cita con MJ.

Todas abrimos la boca hasta límites insospechados. ¡Que mono! ..!!!!oh¡¡¡¡-
MJ. No gesticula no sonríe y no parpadea, por lo tanto, intuimos todas en masa, que el asunto no terminó nada bien y que en ese hecho, es donde debe encontrarse la razón del despido radical del joven de su vida.

En fin, al estar rodeados de gente, nos cuenta MJ.,- no abro el regalo allí mismo. Con un guiño travieso le digo al maromo, - en casa en mi intimidad y con mi salto de cama, marca la pava, me dedicaré a ponerme al día con el juguetito-.

MJ. lo cuenta todo fría como el hielo y empieza el asunto a darnos un miedo sobrenatural.

  1. que no aguanta, le increpa,- ¡por favor nena, suelta ya, que llevaba la cajita!
Todas andamos convencidas de que el interesante regalo, o no cumplía las expectativas sexuales que la amiga había recalado en él, o que estos no supieron usarlo en su justa medida.

MJ. deja caer un suspiro desolador y nos dice: la cajita contenía........ un PARCHÍS.



lunes, 11 de julio de 2011

REQUIEM por SAN GINÉS


Cuando los señores visigodos tuvieron a bien visitar nuestras tierras, tierras que por cierto tenían que poseer un paisaje fantástico de contrastes y diversidad, se fijaron en un lugar. Lugar que hoy todavía guarda encanto y misterio, o eso pensamos algunos.
Nada y todo, los hace ser lo que son, es decir, normalmente una ubicación privilegiada acompañada de una visión especial. Rincones con ese halo de eternidad, que con el paso del tiempo no pierden nada de su inicial atractivo ni de su poder de sugestión.
Eso si no se cruza la mano del inversor por medio. El mismo hombre que antaño los convirtió en un lugar especial, se los carga. Y todo por desidia, especulación, mala gestión e incultura aplastante.

Durante el S. XIII y tras la Reconquista este lugar fue convertido en centro monástico por la orden de San Agustín y posteriormente se establecieron allí los franciscanos por iniciativa del adelantado de Murcia D. Juan Chacón.
Estoy hablando del conjunto monumental de San Ginés de la Jara en el campo de Cartagena, frente a la laguna del Mar Menor.
Enclave rebosante de historia, creado bajo un sólido patronazgo y lugar de gran devoción popular. Concebido bajo la sobria estética franciscana, no así, guardaba ciertas obras de valor en cuanto a esculturas y pinturas, hoy todas desmembradas de su lugar de origen y en manos de particulares o quien sabe.
A finales del S.XVI y principios del XVII se configuró el complejo tal y como ha llegado a nuestros días, con algunos añadidos posteriores bastante desafortunados y con la mala suerte, de pese a ser uno de los lugares más singulares de nuestra Región, encontrarse hoy en el más lamentable y doloroso estado de conservación.
Ha sido objeto de innumerables saqueos, expolios e intervenciones de apaño del todo inapropiadas.

Algunos historiadores de nuestra época, principios del XX, han dicho que era pobre y ruinoso, pero estoy convencida de que sin una riqueza arquitectónica sobresaliente, sin grandes recursos artísticos, este conjunto contiene un sencillo y carismático perfil, cargado de posibilidades. Por decirlo de otro modo, tiene encanto.

¿Y de quien es la culpa de esta situación?
De todos, de todos nosotros. De unos más que de otros, pero al fin y al cabo, es nuestra historia. Un lugar de buenas proporciones y estética visual inigualable. Que con unas tajantes y sólidas posturas de conservación, podría ser a día de hoy, un enclave con unos clarísismos atractivos culturales y turísticos. Conjugando tradición y modernidad.


¿Pero que ha llevado a convertir un lugar con tantos recursos históricos y naturales en una  casi escombrera?
Se han planteado en los últimos años distintos proyectos de recuperación. Pasando por manos de gestores, políticos, administración local y administración autonómica y se han elaborado distintos planes de carácter urbanístico.
Pero nada ha dado sus frutos, se sigue alargando y decidiendo quien tiene que poner orden en el asunto, para finalmente llegar a nuestro ya habitual y repetido sistema de: ya que se ha caído, construyamos uno nuevo. Con mármoles y fuentes, con piscinas a dos alturas. Todo nuevo y reluciente.
¿Para que necesitamos más lugares cargados de historia y simbolismo?

¿Que criterios estamos utilizando para permitirnos tener un lugar tan interesante, en el más absoluto desamparo?
No creo que sean los patrimoniales, me pongo que me da un colapso.
Serán los económicos, ¿pero los económicos de quien?
¿De todos nosotros, de la no inversión en turismo cultural de calidad?, o ¿en el beneficio del especulador de turno?

¿Porqué nunca ha interesado aunar esfuerzos e invertir en su recuperación? Una puesta en valor enfocada o dirigida a ser incluido dentro de las amplias variables allí existentes: playa, ciudad, campo, buen clima, buenas comunicaciones, buena comida, historia, arte, tradición, devoción, no sé por decir algo.
Cuando he mencionado este lugar, San Ginés de la Jara, todo el mundo ha tenido palabras de desaprobación y reproche por tal y como se encuentra. Todo el mundo parece opinar lo mismo y se lamenta mucho de que esté perdido.
Creo que está muy tocado, pero no muerto. Mientras sigan existiendo ciudadadanos que valoran este complejo arquitéctonico y su entorno, y luchen por él, no estará muerto del todo. Desde aqui mi más sincera felicitación a todos,  desde el primero hasta el último.
Aquellos hedonistas, que sueñan con recuperar estéticas ascéticas junto a nuevas sensaciones que se vayan a Palencia, o a Burgos, o a Zamora, por ejemplo.

Fué declarado BIC por el Decreto 24/1992 del 28 de Febrero y publicado en el BORM, número 93, el 22 de abril de ese mismo año.
http://www.borm.es/borm/documento?obj=bol&id=8649
Actualmente forma parte de la Lista roja de patrimonio en peligro elaborada por Hispania Nostra.


Para saberlo todo, esta página en facebook.


El mejor artículo publicado en Imafronte nº 16 -2004 pag: 255-266
La arquitectura del convento franciscano de San Gines de la Jara”. De Manuel Muñoz Clares y Luis A. García Blánquez



sábado, 25 de junio de 2011

PLACES AND TOWNS

 
Yo no tengo, ni he tenido, una granja en África.
Pero he podido sentir los alisios en la costa de Mombasa. Los vientos más sensuales del planeta. Cálidos, susurrantes, hipnóticos. Como Mozart, como un clarinete. Configuran en la gente un estado de permanente lentitud, de miradas profundas, no existen las miradas planas en las costas de Kenia, todo tiene luz y color.

  
Yo no tengo, ni tendré, una pirámide en el Yucatán.
Pero he sentido el atardecer de lunas brillantes, más espectacular creado por el hombre, sobre la selva de Chichén Itzá. El enigma de la historia unido al poder y misterio de las piedras. La magnitud de todo, su fuerza aplastante, como si tu conciencia rechinase por el peso de ver algo tan bonito, tan magnético, tan diferente a todo, con tanta dignidad.

Yo no tengo, ni podré tener un zoco a orillas del Mediterráneo.
Pero he paseado por las estrechas y enigmáticas calles de Kairuán, la ciudad más santa del Magreb.  Con su imponente y silenciosa mezquita, tan antigua como hermosa, tan fuerte. El azul del mar y las secas tierras de Túnez, con esa sorprendente cercanía a mi tierra, entrañable y sorprendente.
Y Cartago esencia arqueológica, totalmente respetada, venerable, cuajada de historia, de leyenda de verdad.

 
Yo no tengo, ni me dejarán tener, un pub en Whitechapel.
Pero si he tomado en uno de ellos, la cerveza más caliente, larga y placentera de mi adorado Londres. La ciudad de mis desvelos juveniles. La victoriana ciudad, de la que viví enganchada con mis novelas de Wilkie Collins. La ciudad de la cultura, del mestizaje, de lo "under", de lo "ground". La ciudad perfecta para pasear, para convivir.

Yo no tengo, ni seré digna de tener, un TAJ a orillas del Yamuna. TAJ significa Corona.
Pero he vivido una subyugante y mágica puesta de sol en la ribera del Yamuna, sentada en la terraza del Taj Mahal. Tiene ese lugar un espíritu vivo, esa espiritualidad que te convierte en pequeño, frente a la fortaleza de lo eterno. Porque la India es completamente eterna, bella y brutal. La India es la vida.


 
Yo no tengo, ni puedo tener, una ciudad entre dos continentes.
Pero he recorrido el Bósforo, navegando por sus aguas, como si todas las culturas que recorrieron nuestros pasados confluyeran en mi: persas, romanos, otomanos, cristianos, judíos, árabes. Mezquitas, palacios, bazares, torres, puentes, mercados. La ciudad de las ciudades, la que para sí quiso Napoleón, que dijo, “si la tierra fuese un solo estado, Estambul sería su capital”. En la que yo, querría enamorarme.

Yo no tengo, ni jamás fue mío, un palacete en el Fiésole.
Pero si he vivido en las ciudad más bonita jamás inventada. Donde vibras y respiras con el aliento de la perfección, el arte más perfecto. El David, Bruneleschi, La Primavera, Dante, Miguel Ángel. Donde llegué siendo cuerpo y niña, de donde partí siendo alma y mujer. Mi ciudad.




Pero si tengo......

El Imafronte barroco más relevante del arte español. La ciudad de las plazas, de la calidez, de la conversación en las esquinas, de los adarves y las cañicas.
Una ciudad cada día más viva y participativa. Con muchas ganas de crecer. De aprender a respetar lo legado y transformarlo en cultura.
Porque esta ciudad está llena de cultura. La agenda está completa, los festivales, las exposiciones, las iniciativas de los pequeños, las iniciativas de los poderosos. Los nuevos y valientes centros de creación artística, los nuevos bed and breakfast, la nueva gastronomía. Espacios para fotografía, para música, danza, para niños, de interpretación. 
La ciudad que no se resiste a ser periférica. Sin el p---  AVE, sin el gran museo de reclamo, sin la capitalidad europea, sin abundantes gestores culturales, todavía endogámica, sin carril bici......, sin ser bonita.
La pequeña ciudad que está realizando un intenso esfuerzo por compaginar tradiciones y vanguardias, luchando por destacar y no ser olvidada.
La ciudad que lo puede tener todo, y lo debe tener todo.