viernes, 7 de octubre de 2011

DE COMO SOBREVIVIR A LA PÉRDIDA DEL SENTIDO COMÚN


Primero y que quede claro, lo he perdido por común, no va conmigo.

Segundo, no me era práctico. Me despertaba por la noche recordándome la compostura perdida durante el día. El puto taco que se me había colado. La progresiva inmadurez de mis acciones. La cantidad de energía mal canalizada. La despropoción entre mi peso corporal y mi masa encefálica. La tangible y superflua falta de interés por lo sano. El tangible y descarado interés por lo insano. Eso ha sido irracional e impulsivo, no deberías repetirlo, Independent.
No me dejaba pegar ojo. Por lo tanto era un serio estorbo.

Tercero, no le veía futuro. A mis 20 años ya lo veía un poco quemao. Me había llevado por el buen camino, la senda correcta. Entre esa ajustada linea de corrección que decía permanentemente: querida, esto es lo que hay que hacer, esto es lo sensato, esto es lo aceptable, esto es lo que debes, esto es lo que se espera de ti. Con esa inocencia de la juventud que tengo, lo había desgastado.
Señor común para acá, señor común para allá. Me decía, no te subas ahí, que te estrellas, no metas la mano ahí, que la pierdes, no te metas con esa petarda, que te la devuelve.  ¡Un encanto mi común!. Eso mata, eso engorda, eso te jode, eso no lo votes, eso es rojo, eso pica, eso escuece.

Cuarto, me había vuelto aburrida. No me dejaba entrar con el tema de los Ramones en el móvil a la clase de Yoga. No me dejaba bajar con mis tacones de 10 cm. al chiringuito de la playa. No me dejaba salir sin sujetador. No me dejaba pintarme los labios conduciendo mi vespa. No me dejaba no terminar un libro. No me dejaba tomar Manhattans para desayunar. No me dejaba llamar a mis amigos a las tres de mañana para decirles que estaba escribiendo de la pérdidadelsentidocomún.
No me dejaba decirles piropazos a los tíos buenos por las calles. No me dejaba tatuarme una flor de lis en el cachete del culo. No me dejaba dejarme las canas. No me dejaba reirme de los ataques de cabreo de mi jefe. No me dejaba provocar. Ni seducir. No me dejaba montar un metting point en mi cama, dentro de mi torre. No me dejaba entrar con mi smartphone al baño de los bares cutres, para fotografiar el panorama.
No me dejaba pedirle matrimonio a Lenny Kravitz. No me permitía llegar tarde, así que era la reina de colarme en los semáforos casi en rojo.

Quinto, afectaba a terceros. Me había vuelto autoritaria, estreñida. Me exigia que exigiera. Me tenía tensa y por lo tanto yo tensaba a todo bicho viviente a mi alrededor. Me tragaba lo que pensaba para no herir, con falta de asertividad, que a la postre era más dañina para mi intestino grueso y para la armonia familiar.
Me limitaba el corage, con lo cual no se lo expliqué en su momento a quien se lo tenía que explicar, y ahora,  por mi culpa, andan por ahí un par de capullos más, lo que afecta claramente a la sociedad.  Me congeló la espontaniedad por paralelismo con el sentido del ridículo, por lo que muchos se perdieron mi ganas de revolucionar y de disfrutar.

En fin, a lo que vamos. ¿Que como se sobrevive sin el sentido común?
Perfectamente, con el sentido de la orientación. Te centras en el norte, y cuando todo cae en picado hacia algún lado y no le encuentras sentido a nada, coges y miras al norte. Allí siempre tienes un puntito, una referencia. Un norte con forma de roca, de verdad verdadera. No hay nada peor que perder el norte y a quien te dirige al norte.








4 comentarios:

  1. Mi sentido común (o lo poco que queda de él) me dice que ¡con dos cojones, tía!

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  2. El sentido común es demasiado común, pero claro, cuando nos educan como nos educaron a nosotras, lleva un tiempo ver que muchas veces hay que dejarse guiar por los 5 sentidos de verdad y dejar este sexto sentido falso aparcado un ratito.
    M CLAN de "Sopa fría": mi sentido y mi común, que antes se llevaban bien, se dijeron hasta luego, nunca más... :)

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  3. Rentero, paralelo a la pérdida del común, me fueron creciendo los cojones.
    Leticia, sabes, y lo sabes, que algunos días has sido mi norte.

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  4. ¿No es famosa esa frase sobre que el sentido común es el menos común de los sentidos...?

    Seguro que es porque no podemos tenerlo durante mucho tiempo ni muy acentuado...digo yo!!

    como siempre genial Independent!!

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