miércoles, 28 de octubre de 2015

Y SIN PODER EVITARLO


Y un día el jamón de bellota nos provocará cáncer de mirada, las lealtades 

necesitarán de anticuerpos para bloquear los antígenos sociales, las cañicas 

serán prohibidas por generar acciones sociales de dudoso outfit, los hijos y 

las hijas serán mal vistos porque emocionan y alientan la emotividad, la 

morcilla de mi pueblo con almendras y arroz pasará a ser una gilipollez de 

postureo paleto, los rostros imperfectos necesitaran millones de filtros para 

acceder al mundo, las pizzas de bacon con parmesano serán enviadas en 

naves desintegradas al planeta Marte a los marcianos sin paladar, las 

mujeres con canas tendremos que usar pasamontañas para no ofender o 

provocar alergias, la madurez será un virus de laboratorio en vías de 

extinción, un tomate será un alimento cognitivo, irreal, sin textura, malísimo, 

el denominado máster de los pesticidas, los rinocerontes se habrán 

extinguido y los chinos folladores de polvo de cuerno serán los nuevos héroes 

de youtube, las plazas serán cancerígenas, las calles, los paseos, los 

jardines, los rincones con más de 100 años, las ya muy cancerígenas putas 

marquesinas que tapan fachadas históricas, así, más quemados que la moto 

de un hippy. Todos.


Y sin poder evitarlo...












sábado, 5 de septiembre de 2015

SEPTIEMBRE

Confieso que he vivido una mala época. Lo confieso porque tengo la perspectiva del tiempo y la terapia de la superación. Superado todo en una semana pegadita al mar, hablando con él y sintiéndolo en cada poro de mi piel. Superado paseando por la vieja Roma, sentada en sus escaleras tomando patatas de bolsa y latas de cerveza. Superado porque tienes sonrisas de 13 años que se acurrucan en tu vientre para dormir la siesta. En fin, superar así la inseguridad, la ansiedad, el miedo, los hospitales, es fácil. Lo reconozco.
A la mierda. 

Porque tenía que llegar septiembre, era inevitable. Y septiembre a veces trae la lluvia y nos renueva del pegajoso calor estival. Y llega septiembre cargado de dolor ajeno. 
A la mierda mi yo.

El dolor ajeno jode que no veas y paso de respirar lentamente a respirar compulsivamente, respira hondo nena si no morirás antes de la romería. 
Tengo una amiga especial que me hace terapias de whatsapp, tengo una amiga especial que tiene mas entereza que toda Gran Bretaña junta, tengo una amiga especial que se ha quedado sola ante el toro y tiene que torear. Y yo tengo ovarios renovados para cruzar con Aníbal los Pirineos.

La jodida realidad que no sabes por donde cogerla. Y entonces si te quejas te arde la médula espinal, te viene del estómago un cargo de conciencia tan fuerte como millones de truenos en noches vacías, el corazón te manda impulsos agrios, espesos, hirientes, febriles. Tener un puto corazón reclamando todo el día que no mires para otro lado.

Porque me parto de la risa, paso de ver a la pava-mona de turno en Instagram con sus selfies recién levantada, en la proa, en el gim, a ver el niño muerto flotando en la orilla. Oye!!! perdona??

Estamos fatal, lo estamos.





¿La sentís? ¿Podéis notar su desesperación? Un minuto, o quizás menos. Imagina que te tienes que sentar en el suelo arropar a tu hijos, esconder la cabeza entre sus brazos y apretar los dientes fuerte, fuerte. Cuesta respirar, de verdad, no encuentro el aire por ningún lado. No aparece. No tengo ni idea de como hacerlo. Pero al levantar la cabeza quiero que aparezca mi casa, mi cama de dos colchones, mi porche con piscina, mi cocina de marca italiana, mi vestidor cargado de clotheszaraforever. 
A la mierda mi yo.

Sigo sin respirar. Llevo horas sin respirar. 

Y entonces sigue septiembre. Y aparece otra imagen. Incomparable a la anterior, pero también dramática. En ella se refleja la misma y desagradable acción humana. Solo es un animal en los huesos. Pero es el animal en los huesos que nunca imaginaste en los huesos. Algo se está derritiendo y por ello desaparecen los ecosistemas y todo los animales en su cadena natural sufren y padecen. 





Y sin terapia alternativa, sin necesidad de más médicos y sin gestión de recursos propios, me siento llena, como una balsa a punto de desbordarse. La perspectiva me dice A. 
Efectivamente algo se está derritiendo. Pero no soy yo. Genial. Estoy ante el espejo. ¿Qué coño queremos los que lo tenemos todo para estar siempre queriéndolo todo?

Y sigue septiembre. Y encuentro una maravilla. Y todavía sigo en el espejo y me sale la risa floja. Esto es muy buuuuueno. Esto es demasiado. Gracias señor.
Existe Leon Bridges. Sin palabras. Literal, sin palabras.

Besos. Os quiero,( a los que se lo merecen...)









  



martes, 9 de junio de 2015

NO ESTOY PREPARADA

No estoy preparada para su declive.
No estoy preparada para las noches sin pájaros, los días sin viento.
No estoy preparada para comerme las fuerzas, vomitar los ánimos.
No estoy preparada para la ausencia de su mente.
No estoy preparada para la angustia de su vacío.
No estoy preparada para ser sin su ser.
No estoy preparada para ser un perro sin su guía.
No estoy preparada para mentir.
No estoy preparada para los años necios.
No estoy preparada para la batalla sin triunfo.
No estoy preparada para su miedo.
No estoy preparada para su soledad y mi abandono.
No estoy preparada para la gente absurda.
No estoy preparada para mirar sus libros y su letra sin él.
No estoy preparada para los halagos babosos.
No estoy preparada para la amistad sin definir.
No estoy preparada para las preguntas de hace tiempo.
No estoy preparada para vivir con lentitud de desconocidos.
No estoy preparada para esos tiempos sin su humanidad.
No estoy preparada para verlo tropezar.
No estoy preparada para que me digan lo que ya sé.
No estoy preparada para el vértigo de las playas con final.
No estoy preparada para las carreteras sin su olor.
No estoy preparada para nada que no tenga su sentido.
No estoy preparada para andar sobre el recuerdo.




No estoy preparada para lo que viene y lo sé tan profundamente que lo escribo, me lo tatúo, me lo como, me lo grito, me lo canto, me lo repito y repito. 


martes, 14 de abril de 2015

ME HE PENSADO MUCHO EL TÍTULO Y AL FINAL NO LE HE PUESTO TÍTULO


Parafraseada, la vida se ha vuelto muy parafraseada. Entro un minuto en una red social y solo encuentro a gente repitiendo frases de gente y compartiendo post y mensajes de sabios, pensantes, escritores o peña cool.

Esta bien, por lo menos nos acercamos un poco a la virtud del pensamiento. La razón y la lógica.
¿Pero luego que hacemos en nuestra realidad real?, nada o muy poco. 
No sirve de mucho, es decir, no nos aplicamos el cuento, no lo llevamos a la práctica. Seguimos bajo el vértigo de lo cotidiano, lo estándar y más de lo mismo.
Admiro muchísimo a las personas capaces de romper con todo. De salir de lo establecido para pasar a lo noestablecido en otro ecosistema. Solo los animales derrapan en ecosistemas no gratos para ellos. Nosotros los medios humanos o los "cuarto y mitad" podemos cambiar de ecosistema tantas veces como queramos. No es un acto tan valiente ni tan arriesgado, solo es un cambio. 

Se ha demostrado; podemos vivir a distintas temperaturas, en el agua, en el aire, en el hielo, en el calor, en el frío, en donde nos propongamos. Somos el ser superior mas fácil de adaptar que existe.

En algunas sociedades la mayoría, por norma, tenemos un horario común, una aptitud común, unos ritos comunes, una forma de amar común y unos ciclos comunes. Da estabilidad, pero resta chispa. 
¿Y por qué alguien quiere en su vida chispa? Porque una chispa encendió un fuego y un fuego permitió la evolución.

Y para colmo nos creemos todo lo que nos dicen, sobreinformación contra opinión. Se opina y se debate, pero siempre bajo la etiqueta o el posicionamiento. Yo solo he creído a una persona en mi vida. Por su naturalidad, por su humanidad, por su objetividad... Por lo menos lo he tenido a él.

He tenido una experiencia vital de diecisiete meses completamente social. He tenido la oportunidad de experimentar muchas facetas de las personas. Me he decepcionado mucho y he encontrado perlas de difícil recolección, ostras sin brillo que escondían un tesoro.
Hay unas carencias enormes de aptitud social, tenemos una enorme incultura social. Salimos desde muy jóvenes a las calles, llenamos los bares, charlamos, ligamos, debatimos y seleccionamos. Pero nos falta mucho para tener aptitud social. Falta silencio, tacto, generosidad, empatía, respeto, saber estar, discreción. Sobran muchos roles y ruidos.

Bueno todo esto es mi opinión, claro. Una opinión Independent, como si digo que me tiro cuatro peos y ya está. Que no pasa nada, que es una función natural del sistema funcional. 
Nunca habría podido ser pastora. No me veo en medio de un rebaño. Y eso que me gustan las cabras. La murciano-granadina especialmente. Tienen una mirada de cabra loca molona. Y sobre todo un queso estupendo.

Por favor, conserven su caos. 



domingo, 4 de enero de 2015

EL CLUB DEL PAVO

Según he leído en un magazine en una de esas mañanas que no tengo que pasar la mopa por mi ojera y el supercorrector neutralizador de patas de gallo por el suelo de la casa. Hay un asteroide de tan sólo 1 km de diámetro y que está identificado con el número 1221 que se llama Amor. Da vueltas alrededor de la Tierra, pero cómo no está en órbita contra nosotros si no con nosotros no va a impactar nunca con la Tierra. O sea, el Amor pululando por la estratosfera, sin llegar a contactar. Je,je,je.
No digo nada más sobre este tema.

No obstante no confío nada en los asteroides, soy más de confiar en la evolución sistemática de la persona en conexión con los sentimientos ajenos, es decir, empatía y más empatía.



Un grupo de señoras nacidas en el siglo pasado, bien analizadas desde el punto de vista físico, mental, y emocional han coincidido en el espacio/tiempo de una pequeña ciudad. La cuestión no es quien tiene la cocina más mona con el último diseño italiano de pomos anti grasa, si no quién tiene la mejor racha sin estrés para poder colocar a la sobreviviente un monumento en la Plaza de Santo Domingo de la ciudad de Murcia. 
Hemos cumplido con las expectativas. Las de los demás, no sé si las nuestras. Los niños monisísimos, el equilibrio a lo Melrose Place con la pareja, los estudios, la formación, la buenas formas, ¿el hola que tal?, adictas a la evolución activa, no pasiva, sin energías tóxicas, sin caramelitos de menta, sin baños de chocolate, con un plus de curro y de gestión de contenidos.

Quien no lo entienda es que no tiene las dos hormonas coordinadas para comprender que cumplir más de 40 y ser divina "full time" tiene mucho de empeño y poco de casualidad.

Pero en general no tiene nada de meritorio convertir un estado de edad física en una reivindicación digna de la afinidad con las amigas y del apoyo incondicional. ¿Si no nos apoyamos entre nosotras, quien nos va apoyar?. No tenemos nada que ver con el pasado, pero si mucho con el futuro. Somos el eslabón, formamos con más o menos conciencia un serio intervalo femenino. Podemos cambiar los roles, los prototipos, las ideas excluyentes, formatear nuevos discos duros y ponerlos en valor.

No vivimos en Nueva York, no tenemos culo de portada, (bueno esto porque no queremos), no necesitamos propaganda, no necesitamos ecos sordos. Solo necesitamos confiar en nosotras mismas. Confiar hasta que nos salga fluida por los cuatro costaos. La confianza en que la edad perfecta, para hacer, deshacer, convencer y empezar miles de veces, es la nuestra. 
Power, power.



Hace unos años mi amiga Cristina de A Coruña, una morena de una inmadurez aplastante a los 20, por lo que supongo que tendrá una madurez de masa de pizza a los 40, me decía que todos los días al despertar ella tenía un nombre para definir el sabor de ese despertar. El caso que al ser lo único con gracia que consiguió decir los meses que dormimos juntas, le seguí el rollo. Según la luz, pensábamos en un cuadro de los que tanto nos fascinaban de la ciudad donde vivíamos y antes de salir de la cama, decíamos en voz alta: hoy el día sabe a...

Hoy al despertarme tras una noche mejor que guays rodeada de amigos, me he acordado de la anécdota de Cristina. Lo gracioso es que la mayoría de los días, nuestro día siempre sabía a Boticelli. A Sandro Boticelli.
Pues sí. El nacimiento de Venus, tiene mucho de color  y sabor moderno para despertar las energías de las señoras de 40. Porque yo estoy convencida que hemos salido de la concha, en formato perla dura sin brillos estridentes, con calidad para una pieza de joyería pero sin gilipolleces de "porque yo lo valgo". Cabezas amuebladas, autocontrol según el día, sentido del humor en toneladas de quehaceres mundanos.

El estímulo, desde mi punto de vista, no es interpretar los estereotipos de Sófocles. La ironía trágica, el conflicto entre la realidad y la apariencia no debería preocuparnos. La vida tiene un formato múltiple, los cambios son buenos, el trabajo bien hecho atrae héroes, los días mustios se viven siempre mejor en compañía, la gente ingrata no tiene ningún mérito, es fácil ser muy imbécil. Es muy difícil ser una persona íntegra.

Se puede intentar, no hay mayor satisfacción. Abrir la puerta de tu dormitorio y que el pavo de mirada fundente te diga: "Pero que mal aspecto tienes flaca a las 3 de la mañana, ven aquí que te cante una nana y te presente a Boticelli"