domingo, 3 de noviembre de 2013

LA GENERACIÓN DEL ORFI. SEXO IMPACTO

Tras su sonado divorcio V. ha tenido varias relaciones estables. Esas que duran 3 días, 10 minutos y dos tapas. De las que siempre consigue  dos collares de Tous, con oso incluido. Es divina. Maneja las relaciones como nadie. Se sitúa en una órbita donde los aspectos del corazón los cuida a base de caldos de sobre y gelocatiles, para evitar ardor de estómago y espasmos de jaqueca. No cree en el amor, cree más y más a menudo, en la madurez emocional, para evitar choques frontales, dice. 

Nos sentamos en el café y se la ve agotada. Para variar no lleva un bolso grande con montones de extractos del banco, dice que no sabe que hacer con ellos y los acumula. Lleva una mochila de tela anodina, inapropiada. De Pokémon.
Esta mañana parece más menuda, un poco más cuarentorra. 
Dice que ha intentado hacer un análisis de los tipos de sexo.

¿De los tipos de sexo?, - le pregunta MJ. 
Será de los tipos de tipos...

No, hablo de los tipos de sexo.- Dice completamente Gilda quitándose el guante.

¿Y cuantos tipos hay?,- le pregunto con una curiosidad malsana. Sus teorías son siempre delirantes, hasta el punto, que una vez clasificó a sus vecinas por los gemidos nocturnos comparándolas con las diferentes catedrales góticas de España. Ese día, le hicimos la ola sesenta veces.

Bueno,- dice. Suspira y se sienta en el borde de la silla muy concentrada.

*Está el sexo rápido. O sea.

Este lo comprendemos enseguida. No dice más y todas asentimos.

*Está el sexo torpe. Ni la postura adecuada, ni el lugar adecuado, ni el momento adecuado, ni las bragas adecuadas, ni el día oportuno, ni por supuesto el colega. Es ese hombre que quiere y no puede, que te gusta y te disgusta, que le das la oportunidad y de repente parece un sapo. En fin, te quedas con la misma cara que Madonna cuando le sale un gallo, es decir, te quedas gilipollas.




MJ. se ha puesto colorada. La miro de reojo. Aprieta la funda de su móvil con alevosía. 

*Está el sexo cadencioso y armónico. El SEXO. Si, eso, como una peli mala, con un guión bueno, con actores excelentes y la banda sonora de Memorias de África en alta definición. Lo peor es su escasez, lo mejor el tiempo que lo revives y lo recuerdas. Pasa alguna vez chicas, dice solemnemente. 

La miramos perplejas, e incluso un poco asustadas. ¿Pero de qué coño estará hablando?

Sigo,- dice tras crear un ambiente de pastel rosa y olor a algún perfume de la casa Nina Ricci.

*El sexo oriental y reflexivo. Ese me encanta. Dura horas, tantas que das varias cabezadas e incluso un huequito y te haces un repaso en la laca de uñas. Es relajante y tiene mucho de inspirador. Te sientes como en un palacio de la lejana India, rodeada de estímulos. Muy estimulador. Y, aburridísimo.

*Y el sexo impacto. Lo acabo de descubrir. El sexo impacto tiene mucho de pressing catch. Pero es muy unidireccional. Es como ese momento que empiezas a hacer spinnig y desde el primer minuto no te cabe la lengua en la boca, las piernas te tiemblan tanto hasta que su hormigueo te marea. Tiene algo de momentazo porque te suena a energía y a cabalgada histórica. A la media hora te gusta, a las dos horas y media quieres dos redbulles con tónica y a las tres horas y media sueñas con una nave espacial que te succione sin dolor y te traslade discretamente a un sección de colchones de Ikea, como si nada hubiera pasado.  

En fin, dice cabizbaja. O no tengo el cromosoma adecuado, o no tengo posibilidades de repetir.

No abrimos la boca. 

Imaginamos todas los millones de tipo de sexo del planeta. Las situaciones degradantes para miles y miles de mujeres, la mierda mal entendida y las vejaciones, todo lo negativo de algo que debe ser un placer y acto de entrega y "amor", buen rollito y respeto.

Pero nos cuesta imaginar a nuestra V. salir derrotada del sexo impacto. 
No podemos dejarla así. La prepararemos, seremos sus coachs, haremos de ella la mejor, la señora con más impacto del mundo. Por lo menos que tenga su derecho a réplica. Sin más accesorios que su cabecita inteligente, esa que siempre la predispone a conquistar al hombre inadecuado y sale airosa sin arañazos, sin remordimientos ni autocensura.
















miércoles, 17 de julio de 2013

SAN AGUSTÍN

Decía San Agustín; "Que la medida del amor es amar sin medida". No me lo dijo a mi, porque no llegamos a coincidir. Yo fui a un colegio solo de chicas, de esos del ostracismo hormonal y la mentalidad rígida. De esos donde el pecado era la virtud de sólo tener malos pensamientos, los pensamientos de una época de rencores a los adultos y a la vida en general. Aunque por lo que tengo entendido San Agustín también fue a un cole solo de chicos. De ídem de lo mismo.
Pero si hubiéramos o hubiésemos coincidido, antes o después, creo que esa fracesita me la habría dedicado a mi. 
Primero porque viene de la boca de un santo, por lo de San, y a día de hoy y antes también, yo solo aguanto a los santos, nivel santo por favor. 
Segundo, porque no tiene sentido amar a medias, pseudoamar, se ama o no se ama. Sin medidas. Para amar con cuotas no se ama. Un cuarto y mitad de amor es algo tan absurdo como las morcillas en el zoco de Sousse (Tunez)



Tercero, porque el humano que yo regento, uno que me dieron al nacer, tiene la convicción que la capacidad de amar y su uso, depende de un esfuerzo y un talento al que hay que dedicar alma, corazón y vida y por ello es una frivolidad insana amar con ligereza, tomar el pelo en el amor y bloquear el sentimiento amatorio en falsas energías y esperanzas.

En resumen: de tal cansancio moral ando yo compuesta, que ante un enorme placaje emocional he decidido recurrir a San Agustín. Un tipo para unas cañas y unas tapas de jamón ibérico. Según profundizo en él, no era ni en exceso racional ni excesivamente fiel al fideísmo, valga la redundancia; "cree para comprender", "comprende para creer". 


Nada tiene sentido si uno no se ama a si mismo. 
Nada tiene sentido si se mide todo.
Nada tiene sentido si no se lucha.
Nada tiene sentido si no te levantas.
Nada tiene sentido si no se ama sin medida.
Nada tiene sentido si no se ama.







Nada tiene sentido sin unos tacones para amar con convicción...




domingo, 28 de abril de 2013

JACQUELINE

En otras ocasiones me ha ocurrido lo mismo. Entrar a una exposición y sentir envidia. Y es algo fácil, sentir envidia por el talento, la capacidad creativa, la imaginación, la pasión, el control técnico etc.. E incluso por temas más mundanos como la envidia sana a todos los que han participado en la selección de las obras, su traslado, su montaje. Ese contacto privado que sólo tienen los que están detrás de las bambalinas y que dejan todo listo para la llegada del visitante, el cual en muchas ocasiones no valora las dificultades de muchos montajes expositivos.
En esta ocasión llego a Las Claras, sede de la Fundación Cajamurcia, a ver una exposición de fotografía de un personaje relevante, Juan Gyenes , retratando momentos y espacios de una leyenda, Pablo Picasso. 
Y es al final del recorrido, marcado por un lógico discurso expositivo, donde me encuentro con mis enormes dosis de envidia. Esta me asalta frente a una serie de fotografías que retratan a una mujer y su soledad, envuelta en sus recuerdos. Lo que ella ha vivido, yo nunca lo viviré, lo hermosa que es su ausencia.



Jacqueline Picasso es la protagonista de estas últimas imágenes. Gyenes la fotografía en soledad cuando ya ha muerto su marido. Es la nota amarga dentro de una serie de imágenes todas vitales y optimistas. El resto irradian enorme energía, como era su protagonista. La energía de Picasso. 
Pero más allá del artista, había un hombre completamente pasional, vital y demoledor. Que lo era todo: persona, personaje y actor.
La presencia de Jacqueline es lo que más atrae mi mirada, necesito buscarla en todas las fotos. Me parece bellísima, tiene una presencia hipnótica. Sonríe poco, siempre cercana a su amado, elegante, culta y discreta. 



Imagino que se habrá escrito mucho sobre su vida, su influencia en el artista, su origen, su destino. A mi todo eso me da igual. Tengo mis propios sentimientos, sus cejas, sus caderas, sus manos, su inteligencia. Es como si el mediterráneo fuera mujer, y ella una continua ola de espuma rizada.



Me obsesiona el pensar en su voz. Mi imagino una voz grave, con un francés cerrado como susurrante. 
Tiene miedo a perderse de Picasso, ellos no son como todos los imaginan, ellos comparten cosas pequeñas, y ahí radica todo. Compartir cosas pequeñas,  las que fluyen en un día a día. ¿Eso alimentaría a Picasso?, ¿sería la discreción de Jacqueline su refugio? 






Se unió a un hombre que le otorgó el apellido y la vida de una musa. Pero por su potente mirada, deduzco que ella estaba destinada a conquistar. Sin hacer ruido y sin vanidad. Su capacidad de enamorar, posiblemente seca y leal. Inolvidable. 
Al salir de la exposición, no admiro tanto a Picasso, no me parece tan trascendente. Si que valoro su capacidad de elección. Encontrar a Jacqueline, en eso demostró mucho talento.






domingo, 21 de abril de 2013

EN CIRCUNSTANCIAS NORMALES



En circunstancias normales, y daría para mucho el aclarar que son "circunstancias normales", mis intenciones personales fueron muy distintas a las actuales. En el principio de todo yo quería ser una apasionada y exitosa deportista de alto riesgo. Especialmente de esos deportes en contacto con la naturaleza, me maravillan todos. Montañas por escalar, rincones y grutas por indagar, ríos impetuosos que descender, alturas imposibles de describir. Si la vida me hubiera dotado de un cuerpo musculoso y potente no lo habría dudado, y casi que lo intenté. Pero se dio la circunstancia extra anormal de que me dediqué al cervecing, mucho más calórico y hepático e indudablemente más social y comunicativo. Fuera naturaleza, vivan las tascas.

También quería ser bióloga marina. Indagué durante meses sobre la posibilidad de trasladarme a la especializada universidad del Mar de Tenerife, La Laguna. Analicé todas las asignaturas, la distancia, la climatología, la alimentación y los gastos. Todo ello retos complicados, estos no mitigaron mis enormes ganas de tirarme al agua y quedarme de forma permanente entre delfines y tortugas, y algún que otro ballenato. Hasta que me salieran aletas y discretamente desparecer. Pero se dio la circunstancia extra anormal que me mareo en los barcos. Fuera alta mar, viva la tierra firme.




Creo que debería haberme dedicado a cualquiera de esas dos opciones. Quizás y con suerte el exponerme al mundo natural y animal se habría paliado de alguna forma mi carácter irritable y crítico. 

Ahora tras deshojar la margarita y confirmarme esta que no me quiere, he decido dedicarme al street style, perdón, quería decir, a la critical cultural style street. 
Muy bonito. Yo ahora quiero utilizar los recursos teóricos de mi propia experiencia para realizar, en base a fórmulas no establecidas; mi propia teoría critica, una versión personal y particular. La teoría critíca, La Independent.

No veo mal que se pueda realizar una crítica constructiva. E incluso la veo necesaria. De estar ahora encaramada a una montaña con demasiado oxígeno y envuelta en un silencio asfixiante no se me ocurriría, estaría agilipollada, seguro. Pero como al final resultó ser que soy hiper urbanita, y ando bastante contaminada, y no he renovado mi oxígeno desde los 80, si puedo, con enorme paciencia y respeto puedo opinar y analizar lo que me rodea bajo mi prisma. Simplemente por que yo lo valgo. 
Dedicaré algunos minutos de mi lovely existencia a dar un repaso por el panorama urbano que me rodea y sus pobladores. Empezando por supuesto por la cultura, que la hay y muy rica, y después....., por todo lo demás.



domingo, 31 de marzo de 2013

LA GENERACIÓN DEL ORFI. BIPOLAR

Me he levantado con la causa bipolar en fase creativa y ante tal descontrol he tenido que convocar a mis amigas en plena Semana Santa. En periodos no escolares nos vemos menos y no tenemos citas diarias lo que hace que nuestras acusadas diferencias se marquen mucho más. Lejos de la habitual monotonía. 
Alguna vez hemos intentado, a modo de ensayo clínico, hacer exactamente lo mismo durante una semana para intentar ser más afines: comer ensaladas, pechuga plancha y no tomar ni una sola Coca-Cola, ir a la peluquería las mismas veces, echar lo mismos polvos, mandar el mismo número de mensajes y no entrar ningún día a Zara. Fue imposible, V. se comió una camiseta en Zara por la ansiedad, echó un polvo en la peluquería y para evitar la Coca-Cola se tomó un cubata con cerveza. Llamaron a su marido desde su bar habitual por escándalo público.

Por ejemplo, V. es una fan acérrima de las procesiones. Ha llegado a mi convocatoria cargada de monas con huevo pintados por ella misma. Pese a nuestra insistencia en que no todo tiene que ser kitsch y lo relacionado con la Semana Santa debería ser sobrio, se ha empeñado en customizar cada uno de los huevos inspirándose en distintas canciones de los Bee Gees. Yo solo he visto un par de huevos de reojo, pero me han recordado bastante a una fiesta en la que estuve en Ibiza donde un pandilla de gays llevaban unos tangas con caritas simpáticas en su parte delantera. El famoso Smile de los 80. No quiero ni pensar la cara de las señoras de la puerta del Drexco cuando los niños de V. les den las correspondientes monas con huevo.



M.J. es muy doliente en los ambientes de Semana Santa, sufre mucho por todo, le da pena la Virgen, le da pena el Cristo Nazareno. Con los Cristos Crucificados presenta un claro estado de shock traumático con llantinas y sollozos, en alguna ocasión los anderos se han dejado la imagen para atenderla. Murmura palabricas de ternura a los que van descalzos y les da consejos para las  durezas. Se lanza como una posesa a ayudar a los que llevan mucho peso o varias cruces, dejándose el pellejo en medio de cirios y estandartes. Sonríe y mira con cariño a los maceros del Ayuntamiento y a los concejales les aplaude a rabiar. Su familia le aconseja que haga todas las guardias y que no pise la calle hasta el domingo de Resurrección. Lleva cinco días sin salir del hospital. 

A. que es guiri, no entiende nada. No termina de encajar la mezcla de folklore y fervor,  las viandas y la vigilias, las manolas y las alpargatas. Que la gente se siente a recibir de sus familiares lo que ellos mismo han ayudado a cargar unos minutos antes. Lo inútil de tanto caramelo, el primer año intentó hacer un pudin para aprovechar todos los que les habían dado a los niños, los mezcló con pan y nueces y le salió de puta madre a la muy jodía. Eso sí, se ha puesto a hacer torrijas y las ha enviado por MRW a Inglaterra, donde tiene encantado a todo el pueblo de sus padres,  la llaman "Viva la Virgen de la Torrija". Le han mandado varias fotos por whatsApp del "momento atracón" que nos enseña. Los vecinos ingleses están mojando las torrijas de A. en cerveza Hobgoblin calentita. Le dicen que les encanta la Semana Santa y que tienen congeladas la mitad del envío para el verano. 



M. pasa de todo. La última procesión que vio, cuando tenía doce años y todavía no se había tatuado nada, tuvo a bien hacer un análisis rápido de la situación a una tía abuela suya que tenía sentada al lado. Según M. (con la tierna edad de doce), la Semana Santa es una expresión popular de origen cristiano pero que ha adaptado a lo largo de la historia distinto referentes de la literatura más carnal y dramática. Ella veía un claro reflejo de los hermanos Grimm con mezcla de Umberto Eco y rasgos inequívocos de Edgar Allan Poe. No se puede ser más inteligente o estar más tarada. Por supuesto estuvo castigada tres años a no leer libros con contenido. Con contenido en general. Por ello es una experta en Corín Tellado.

Se sientan, las miro, cada una con esta historia año tras año. Me relajo, se me pasa todo. 
Pedimos el desayuno, unos cafésconleche y unas tapicas para compartir; olivas y anchoas para todas. 

Y luego la bipolar soy yo.








lunes, 4 de marzo de 2013

DE EVA A LA GIOCONDA


¿Qué hacía exactamente Eva en el Paraíso?

Menuda pánfila, con tantos recursos y tan poca habilidad. Para una sola idea original que tuvo, la estigmatizan de por vida. La tontería de la manzana. La chorrada de la tentación.
Podía haber sido algo más útil para el resto de las mortales femeninas, o sea, para las que tenemos más cerebro que capacidad tentativa.

Y es que donde se ponga una buena cabecita que se quiten dos tetitas.
Por culpa de tan inoperante precedente, la mujer, la valiosa y garante hembra de los mundo terrenales, es, ha sido y fue durante miles de años, anulada, inexistente, apartada.

No se exactamente que mujer relevante conquistó al mundo si mover un sólo dedo, sin decir una sola palabra y sin hacer ninguna llamada, con tanto poder como la Gioconda.
La maravillosa Mona Lisa de Leonardo. Esta señora, si necesidad de cruzar o descruzar las piernas, sin máster en tal y tal, sin loreal y con una ambigüedad que para sí quisiera Mario Vaquerizo, ha contribuido a la dignidad de la mujer, mucho más que los tratados firmados en cumbres de nombres variopintos.





Porque, gracias a quién sea, no le voy a regalar méritos a quién no los tenga,  la mujer ha sido dignificada en el Arte. Mientras que la historia real hacías trizas cualquier intento de distanciar a la mujer de ser un objeto de uso y luego de desuso. Mientras que la Iglesia, nos machacaba de la idolatrada virginidad al pernicioso pecado sin término medio. Mientras que el hombre, asustado y acobardado en su miedo infinito nos relegaba al segundo plano perpetuo y a la inoperancia total, mientras todo esto ocurría.....
El Arte nos convirtió en eternas.



El Arte ha dado a la mujer:  luz, calor, protagonismo, carnalidad, habilidades, destrezas, pasión, valor, inteligencia.
¿Quién duda de que la Gioconda no era inteligente?
¿Habría malgastado su tiempo Leonardo en una insulsa, en una petarda, en alguien sin una elaborada conversación? lo dudo.

El hombre no es el que nos otorga esa dignidad, es la capacidad evocadora del Arte y su lenguaje universal. La representación femenina como expresión de cánones de perfección visual. Muchos han descubierto a través de obras con representaciones femeninas, a la mujer como ser y no como materia.





Ahora, en estos momentos que hemos adquirido algo de nuestro lugar en el mundo, podemos mirar a todas aquellas mujeres plasmadas en el Arte con admiración, pero también con reflexión.  No podemos olvidar a las miles que nunca brillaron ni un segundo. Hoy, la mujer, y no en todos los hemisferios vitales; tiene capacidad de decisión, no cuestionada, independencia, no limitada e inteligencia, demostrada. Tanta como para no necesitar a Leonardo. 
Pero durante muchos siglos oscuros la mujer tuvo muy poco o nada. Algunas nunca existieron, las vida de muchas mujeres no tenía nada de valor.

Intento imaginar con que ojos de admiración podrían mirar las mujeres sin valor las pinturas y esculturas donde había representada una de ellas. Sentirse por unos segundos como una esbelta figura de Botticelli, como la Venus de la concha, en el centro del mundo, en el origen de de la belleza.







jueves, 31 de enero de 2013

LA CALUMNIA




La Calumnia de Apeles por Sandro Boticelli (1495). 


Siempre he tenido debilidad por esta obra, desde hace muchos años. Su complejo significado, el movimiento delirante de los personajes, como interactúan entre ellos, las arquitecturas tan poderosas. Me parece de una extraordinaria elaboración y refinamiento, el trasladar a esta tabla los conceptos más abstractos del comportamiento humano. 
Es perfecta; su composición, su perspectiva, la atracción que provoca, los giros de los personajes, el color. Una obra de profundo significado, un tema difícil. 
¿Por qué un artista tan brillante como Boticelli , que realizaba sutiles bellezas y delicados paños transparentes, acepta el encargo de una obra de lectura y términos tan complejos?

Y ahora, no puedo dejar de pensar en ella. Todas las informaciones que actualmente llegan a mi por los distintos medios, me hacen y me obligan constantemente a recordar esta obra, en su rabiosa actualidad.

El tema es alegórico; se basa en una descripción literaria sobre una pintura de Apeles, pintor de la antigüedad, descrita por Luciano de Samosata en uno de sus Diálogos y mencionado en el tratado de Alberti, que aludía a la falsa acusación, de la cual fue víctima Apeles, al que un rival acusaba de haber conspirado contra Tolomeo Filopator. 
En la obra aparecen representadas diez figuras, identificadas perfectamente al gusto de la época y de la grácil mano del artista.

A la derecha rodeando al rey Midas (el juez malo), se encuentran la Ignorancia y la Sospecha. Frente a él se encuentra una figura vestida de monje al cual se le atribuyen varios significados pero todos similares, los historiadores no aciertan a concluir si es el Rencor, o la Ira. En el centro está la Calumnia que es representada por una joven que arrastra de forma inocente a un hombre desnudo que junta sus manos pidiendo clemencia. A nuestra protagonista la rodean la Envidia y el Fraude.
A la izquierda de la obra, una figura en negro que vuelve su mirada hacia atrás, es la Penitencia, este personaje andrajoso y con ropa pesada se encuentra encorvado frente a la luminosa figura final.

Siguiendo la lectura de esta obra de derecha a izquierda, tal y como yo lo he hecho, y analizando el profundo significado de la escena y la importancia de la representación de estos valores de la humanidad, es de suponer que al final sólo podremos encontrar una luz, deberíamos hallar La Verdad. Encontrar el significado real a lo ocurrido, esclarecer los hechos, encontrar a los culpables y exigir la única Verdad. Esto es lo que representa la figura final. Desnuda, con su mirada hacia el cielo y el dedo amenazante exigiendo respuestas, responsabilidades.


Han pasado cinco siglos desde que el genio del Renacimiento realizara esta obra.
Mucho tiempo para encontrar tantos paralelismos. 
Yo, amante del arte y de la belleza, encuentro en esta magnífica obra, una plasmación rotunda de nuestra sociedad. Pese a que en esta obra todo es ingenio y talento y en nuestra sociedad actual es todo mentira y falsedad. 
La Verdad frente a la incertidumbre que nos envuelve de forma permanente, frente a las constantes calumnias, fraudes y sospechas que han generado nuestros dirigentes con su mal proceder, su evidente engaño y falta de ética.

Una pintura fantástica, poderosa. No me digáis que no.

Actualmente se encuentra en la Galería Uffizi de Florencia. Yo propongo sacarla esta Semana Santa en procesión. Ya que, al igual que el Cristo Crucificado, La Verdad es la nueva mártir de nuestra sociedad.





martes, 15 de enero de 2013

LA GENERACIÓN DEL ORFI. MAMAS

Hoy cuando todas se han ido me he quedado un buen rato sola, observando los asientos vacíos que antes ocupaban mis amigas. Sentía frío, antes en su compañía hacía calor, notaba su energía, sus perfumes, sus ojeras, sus ganas de desahogarse, sus inquietudes. Con ellas todo lo mío parece insignificante. Cuando llego con mis paranoias y auto compadeciéndome de mis trillones de problemas, ellas con una sola de sus miradas, me reubican, me centran. De una forma a la que estoy acostumbrada y por ello pienso que no valoro lo suficiente. Ellas con la más absoluta de las acciones generosas me envuelven en mi misma. Me escuchan. Escuchar a los amigos, a la gente en general, es el primer paso del enriquecimiento personal, de evolucionar, de no caer en las rebajas mentales.
Si algo me gusta de nuestros desayunos, es mirarlas y descubrir como vamos envejeciendo, como maduramos juntas. Los putos 30, que Dios los ampare, muy desubicadas, criando y encajando laboralmente.  Los putos 40, crisis personales, crisis vaginales y crisis sociales. La mitad de la nada. Y ahora ahí están, cerquita, los jodidos 50, mas antes que después. 

-¿Qué hace una mujer a los 50?, ha preguntado hoy M.

-Ohhh, querida!! Muchas cosas!!. Todas al unísono. 
-Si, ya lo se, dice M. ¿Pero qué exactamente.?

MJ. analítica y hormonada, con la soja hasta las cejas, o eso se cree ella, iba a contestarle en una reflexión de marketing aprendida en las noches de guardia, tras visionarse el discurso de Steve Jobs en Stanford miles de millones de veces. Pero M. no la ha dejado hablar. 



Sabéis una cosa: - No me asustan los 50. De hecho quiero llegar cuanto antes y gritarlo a los cuatro vientos, como Carmen Lomana pero sin estirarme los pómulos hasta el coxis.
Quiero sentirme una nueva Alaska, una chica lovely con tanto hecho y tanto por hacer, quiero pasarme el día gritando, a Quién le importa lo que yo haga, a Quién le importa lo que yo diga.....

Todas la miramos fijamente, no está en éxtasis por la mierda de café jamaicano de contrabando del bar. No. Está brillante. 
Tiene una luz distinta. E incluso está más alta y con más patas de gallo.

M. cielo, ¿estás bien?, le pregunto.

No, está claro que no. Contesta.

-Llevamos años quejándonos de todo, ahora llevamos meses quejándonos de la edad, llevamos días quejándonos de los jeans de Mango que no nos caben, llevamos minutos quejándonos de los gases de anoche con las Mahou de la cena, frente a la tele, viendo el programa de Fran de la Jungla que está bueno que te cagas y todas queremos una jungla y después que aparezca el cochino y malhablado de Fran. En fin, no paramos de quejarnos.

-Buenoooooo, dice V. yo no veo al Fran ese, de lo que sea, yo solo veo el canal Divinity porque me gustan los anuncios.

M. mira a V. con cariño y le sonríe. 

Está claro que ha debido tener un encuentro en las redes sociales con algo parecido a la madre Teresa de Calcuta. Un día cualquiera por ese comentario M., que solo lee literatura francesa en lengua original, habría ignorado a V. hasta empequeñecerla.

-Ayer estuve toda la mañana en la planta de asistencia de día, del mejor hospital de esta región, en la planta 4ª, - empieza a contar muy lentamente. 
Esa planta está dedicada a oncología, es el lugar donde ponen los tratamientos como la quimio. Fui acompañando a una amiga. Ella tiene cáncer de mama en los dos pechos y está operada. 

V. al oír esto se agarra instintivamente sus dos tetas, decide permanecer así todo el relato.

M. continua, - como era temprano, no había mucha gente, todo está bien montado, amplio, tranquilo, no es nada cálido, pero tampoco triste.
Yo me sentía como una intrusa, como una pieza totalmente disonante en medio de un puzzle. Todo el mundo levantaba la cabeza a nuestro paso, los pacientes y los acompañantes. Estos todavía mas desgarradores que los propios enfermos. Yo no podía dejar de mirarlos, con esa resignación, conectados a una máquina que les proporciona angustia y malestar pero que en su infinita esperanza les garantiza su curación. Están aferrados a ella como una marioneta a los hilos que le dan movimiento.

Me he sentado como sin querer rozar la silla, como si aquello se pudiese contagiar, como si  mi gran pecado en esta vida fuese estar sana. 
Mi amiga ahora es plana, como una tabla de planchar. Tiene dos enormes cicatrices que le devoran la cabeza más que el tórax. Le gusta charlar sobre un viaje que hizo a una playa turquesa, donde se dejó llevar por una desbordante sensación de plenitud y realizó el primer topless de su vida. Se ríe a carcajadas. -Era fantástico, mis tetas flotaban en el agua y avanzaban por el mar al nadar como globos por un cielo de primavera.

Unas tetas, algo tan banal. ¿Qué son unas tetas?, ¿podemos vivir sin ellas?, ¿si nos dieran a elegir a cualquiera de nosotras, qué preferiríamos que nos apuntaran, qué preferiríamos perder? Con las cosas que contiene nuestro cuerpo tan absurdas y con nombres tan espantosos: duodeno, mesocarpios, anginas, bazos, tiroides etc...

¿Por qué el cáncer se ceba en las tetas de nuestras amigas? Joder! 
M. ha dejado la pregunta en el aire. 

Después de unos minutos sin saber qué decir y qué opinar, hemos cantado esta canción:


Y nos hemos puesto pavas....