martes, 15 de marzo de 2011

ON of CONTENIDOS

Me levanto hace unos días y de repente al ir a lavarme la cara me encuentro que estoy vacía de contenido. Me miro bien y resulta que han desaparecido todos mis contenidos, vamos los tres que tenía. Mente y cuerpo vacíos. Archivos adjuntos incluidos y todo el material porno que había acumulado desde que tengo banda ancha.
El caso, que al no tener contenidos me voy al especialista y me receta dos pastillas al día de sensatez. Porque no ve probable que recupere los dichosos contenidos. Yo no discuto nada ya que no tengo material para generar discusiones y empiezo con la sensatez. La primera semana bien, no monto ningún comando suicida, ni genero altercados. Pero tanta sensatez me empieza a producir acidez.
Una amiga me ve la cara y me recomienda algo de ironía, buenísima para la acidez. Que me pase con la ironía unos días a ver si consigo engañar a alguien y que me ayude a recuperar los malditos contenidos.
La ironía a mi me está sentado de puta madre, pero al tercer día me dice mi jefe que me la vaya metiendo por donde me quepa que tengo al personal irritable. Que pase por prevención de riesgos laborales y que me receten algo.
Me paso por prevención de riesgos laborales y les cuento todo. Que he perdido los contenidos básicos y necesarios de mi proceder habitual, que la sensatez no me va y que la ironía afecta a terceros.
Estos me hacen dieciséis millones de cuestionarios  y en el diecisiete millones llegan a la conclusión de que necesito mucha cantidad de electro estimulación, leyendo algún autor chino del siglo XVI, por ejemplo a Jin Ping Mei, en su obra “El Erudito de las Carcajadas”. Que me lo lea de arriba abajo, aprenda algo de sexo oriental y me ría a carcajadas. Así no recuperaré mis contenidos pero puedo alcanzar un estado de euforia que me libere de posibles presiones mentales que no me dejan abrirme a nuevos contenidos.
Me aconsejan también amablemente no tomar Huevos Kínder en unos días y dejarme el té verde intravenoso.
Vale, pues bueno, a leer al chino que me pongo.
Si, aprendo sexo oriental por un tubo pero me da la paranoia y no consigo la euforia, por lo que se desencadena en mí un estado de desmotivación general que me lleva a echar mucho de menos mis viejos contenidos.
Los analizo en mi memoria y pienso con ternura si me son prescindibles.
1.   Mi primer contenido, el sentido del humor con el que mi madre me pario. No es que ella me pariera descojonada de la risa, no, es que en algún momento del parto sufrí un golpe con la ventosa y generó en mí una risa floja que a partir de ese momento transformé gracias a los probióticos y a los oligoelementos en: pase lo que pase jamás perderé mi sentido del humor.
2.   Mi fuerza de voluntad, es decir, tengo una voluntad que a la fuerza me lleva a  tener fuerza de voluntad.
3.   Mi sentido vitalista de la vida vitalista. Vamos que si no lo joden las hormonas, el carácter y las patologías endógenas que me provocan los diversos gilipollas, me encanta disfrutar de la vida pese a mi permanente estado de insatisfacción.
Jo, si los echo de menos.
Me largo si dilación al chino más cercano ya que llevo unos días con el del S.XVI, voy a ver si uno del XXI me da la solución.
Le digo que busco algo para recuperar mis contenidos básicos.
Quiele una pila tlifásica con calgadol de poliuletano pala dolmil. Es chuli.
Le compro la pila nosequé.
El caso que esa tarde cansada de mi vida sin contenido y agotada de deambular sin rumbo, decido hacer mi mejor terapia; mirarme en el espejo exactamente 66 segundos seguidos, poniendo cara de somnífero mal digerido.
Creo que algo está funcionando, tengo la pila colocada en el insert coin, el careto de los 66 segundos y concentración suficiente para recuperar mis contenidos y los de mis siete vecinos. Me quedo dormida sentada en el bidé.
En mis sueños,  no sé si gracias a la pila, empiezo a sentirme renovada, me libero de la ansiedad,  gano sin quererlo 400 gramos de peso y una sonrisa.
Cuando me despierto tengo una nueva sensación. No solo he recuperados mis queridos contenidos básicos, al relajarme y desconectar de mi autoexigencia, también he recuperado todos los pdfs, jpgs y los words.
Incluso aquel word que tenía en la papelera titulado: “Soluciones prácticas para el desatino amoroso y encontronazos afectivos”, que ahora en mi momento On of Contenidos, llamo: “Soluciones definitivas para eliminar el sarcoma masculino y sustituirlo por las diez direcciones básicas de Sexshops en el mundo”.
Se me enciende la pantalla y aparece un mensaje: In-de-pen-dent, lea atentamente:
Le dijo el mariscal Kutuzov al príncipe Andrés, en Guerra y Paz, “Todo llega cuando tiene que llegar para quien sabe esperar……”





5 comentarios:

  1. Genial!!! Como siempre Mamen...

    Un besico guapa...

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  2. Esperaré... pero la neurona que debía poner aquel pin que he repetido una y otra vez desde que casi tengo uso de memoria, o al menos unos cuantos años más, que no sé cuántos son porque tampoco recuerdo cuándo adquirí aquel móvil azul pavo (que de eso sí me acuerdo, que fue el primero aunque estoy segura de que ya había pasado la edad del pavo, or so it seems...) la tengo definitivamente fundida. Ayer lo intenté una y otra vez, o al menos hasta tres, hasta que el más moderno que tenía quedó definitivamente fundido... así que no me llaméis. Estoy off, tristemente esperando a que mi procesador o mi disco duro o la RAM o el periférico o whatever se acuerde de aquel pin que repetí una y otra vez y del que ahora no puedo recordar sino unos y unos y unos... and nothing more :( OFF... OFF... definitivamente estoy más que OFF.

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  3. Querida Wunder, tu nuncas estas OFF, te lo digo yo.
    Eres de lo más ON,ON.

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  4. Me he partido, lo que no esá mal antes de la lluvia.

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