Hoy estamos todas, las cinco, es una suerte porque no sé porque asunto idiota M. ha estado un montón de días sin aparecer.
No estábamos ni dos minutos juntas, cuando las risas han puesto en alerta a todo el bar. Nuestro chico-camarero-salvavidas, ya no sabe qué hacer con nosotras. Nos pregunta constantemente que desayunamos en casa, MJ. siempre le contesta lo mismo: nos hemos desayunado a los niños, con choco crispis, café, un omeprazol, ansiolítico 2 mg y 1 paquete de kleenex.
Esta ha empezado la conversación, de repente se pone seria y nos dice sin avisar y sin mirar a nadie pero con la vista puesta en algún sitio no concreto;
Creo que tenemos VARICES VAGINALES...............
Silencio.
Más silencio. Las risas de hacía escasamente 20 sg. han pasado a la historia más lejana.
Por supuesto inmediatamente lo primero que hemos hecho todas ha sido mirarnos la vagina, pero sin ninguna contemplación, así a palo seco.
Luego nos hemos mirado a los ojos.
Yo que soy la más joven y que por supuesto me siento inmortal, me he atrevido a preguntar: ¿Del uso?
No, dice MJ. del desuso.
¡Mierda!, tenemos todas VARICES VAGINALES................
Que no cunda el pánico.
A. que es muy inglesa y tiene la flema inglesa, dice que ella si tiene o no tiene varices vaginales, no le va a cambiar la vida, bastante tiene con haber aprendido a hacer el gazpacho manchego y que le sale de puta madre, porque todas lo hemos probado, y es más que cierto. No lo peleamos con el de la primera manchega que pase por el bar. Nos dice el camarero que hace días que no pasa una manchega.
Mejor, de momento no hay reto.
V. que es tan promiscua como ella cree, pero que no tiene nada de promiscua, porque piensa que promiscua significa comprarse ropa interior de más de 100€, dice convencida y tirando de melena al viento que para eso ha ido a la pelu, que ella no tiene de eso, ni lo ha tenido, ni lo tendrá nunca. Porque para empezar, lo de varices suena a gusano intravenoso y ella todos los domingos se hace lavados internos con ese jabón tan maravilloso que le ha traído su vecino de París.
En fin, tras darle vueltas al asunto más de una larga hora, conclusión: no le sacamos partido a la vagina, la tenemos muy abandonada.
No es que la tengamos que usar para guardar el pintalabios, que podría ser.
Es que algo tan femenino, tan nuestro, tan ligado al deseo propio y de extraños, fantasía y anhelo de tanto infeliz, lugar de recreo de tanto afortunado, despliegue de ingenio de tanto cabronazo, lugar de encuentro de tantas noches de verano y de no verano, está terriblemente abandonado.
Bueno, planteo Yo, a mí una vez me contaron una historia, que aunque suena bastante rara, pero que ahora que la recuerdo, me gustaría contaros...........
MJ. que esta a punto de llorar, porque no quiere tener VARICES VAGINALES, me mira intensamente y me dice que más vale que sea bueno, porque empieza a dolerle la cabeza y es que cuando ha ido al baño a vaciar la CoCa-Cola ha intentado verse todas las susodichas varices, y a parte de dejarse el espinazo, se ha dejado los cuernos contra el lavabo.
Y empiezo a contar mi relato, ante la tensa situación: -“Hay un pueblo indígena que como todos los pueblos indígenas, es sabio, que mantiene una antigua tradición que algunos antropólogos han estudiado, pero que solo las mujeres de ese lugar aciertan a disfrutar y nadie a comprender. En las noches de luna nueva suben a los montes cercanos que están cubiertos de unos árboles inmensos y ellas recorren sus troncos con las manos, para de forma sensual y animista extraer una savia pegajosa y dulzona que colocan con sumo cuidado sobre sus muslos y de forma rítmica y cadenciosa introducir en su más precioso secreto”-
Me miran fijamente y ninguna dice nada
V. que no se entera dice que si se lo cuento otra vez.
Paso V.,contesto, - presta atención cuando te hablo.
MJ. recupera su talante y dice que no me cree y que le jode enormemente que yo sepa cosas tan chulas, historias que me invento, seguro. Pero que cuando yo las cuento todas parecen verdad.
M. que sigue callada y analizando mí historia profundamente, me mira y dice: ¿estás diciendo que tenemos que irnos al monte a buscar un superárbol y hacer un par de cochinadas?
No cariño. Propongo largarnos al Mercadona más cercano, y comprar miel.
Montones de botes de miel.
Las 12 vaginas más importantes de la historia
1. ¿Cuándo “coño” va a parar esta lluvia? (Noé, año 431 A.C.).
2. ¿Cómo “coño” se te ocurrió esto? (La madre de Pitágoras, año 126 A.C.).
3. ¡”Coño”, qué calor! (Juana de Arco, año1431).
4. ¿Cuándo “coño” vamos a llegar? (Cristóbal Colón, año 1492).
5. ¿Cómo “coño” queréis que pinte el techo? (Miguel Ángel, año 1566).
6. ¿Qué “coño” te has tomado, Julieta? (Romeo, año 1595).
7. ¿De dónde “coño” han salido todos estos indios? (General Custer, 1887)
8. ¿Por dónde “coño” entra tanta agua? (Capitán Smith, Titánic, 1912).
9. ¿Por qué “coño” no entendéis esto? (Einstein, año 1938).
10. Vamos Mónica, ¿qué te pasa?, ¿quién “coño” se va a dar cuenta? (Bill Clinton, 1997).
11. ¿Qué “coño” hacemos ahora? (ZP, año 2010).
12. Y ahora, ¿a quién “coño” vamos a votar? (Millones de españoles, año 2011).
Deseo secretamente que un día logremos convencerte una productora amiga y yo para que nos dejes guionizar tus entradas y crear la versión local de "Sex & the city".
ResponderEliminarPagando.
Lo del guión, me refiero.
Es que soy muy tímida......
ResponderEliminarPero con un buen manager, pues me lo pienso.
Rentero, te ayudaré en esa tarea de convencerla para guionizarla, no te creas lo de tímida... :)
ResponderEliminarIndependent, sé que no tienes de eso, sé que te incluyes por solidaridad, sé que las varices vaginales son un invento tuyo (o al menos deberían serlo...)
Para el próximo post (no) erótico - pringoso ¿te puedo sugerir la nata, el dulce de leche o chocolate? Es que lo de la miel me recuerda a gripes y zumos de naranja y no me pone nada...
Genial, como siempre...
ResponderEliminarAh, y estoy con Leticia, me quedo con el dulce de leche...
Hmmm, y tómatelo en serio...de aquí a la fama!!!
Un beso nena
.
Lo malo del dulce de leche es que uno de los mejores de Argentina es el Chimbote, y tiene muy mala rima.
ResponderEliminarleticia, ya conspiraremos, ya, pero ante una inspiración tan lúcida y unas descripciones tan lucidas sólo queda ofrecer a la autora lo mejor que esté a nuestro alcance: aliento, admiración, crítica constructiva, desarrollo fiel de sus personajes y situaciones y entre el 15%/20% de la pasta que podamos sacarle a los productores.
Vaginial!
ResponderEliminar