viernes, 29 de abril de 2011

ESTILO REMORDIMIENTO


Contamos todos, siendo yo la primera, de una vasta y consagrada incultura patrimonial. Decididamente a ninguno de nosotros se nos antoja desmontar retablos, vender por piezas el maravilloso Belén de Salzillo, o montar un hotel de cinco estrellas con spa en una nave lateral de nuestra catedral.
Pero sin llegar a extremismos,  hay una avanzada y consolidada tradición de la capital murciana por olvidar el patrimonio urbano, no valoramos lo suficiente la herencia urbana que nos fue transmitida.  Hemos olvidado la posibilidad de conservar en la ciudad, unas señas de identidad adheridas a unos cánones de conservación y tradición que hubieran configurado una fisonomía única y característica a nuestra ciudad. Determinados por, nuestra ubicación geográfica, nuestro pasado histórico, nuestra economía y las escasas influencias generadas a través de los siglos. Una ciudad consecuencia de su pasado. Un legado urbanístico y arquitectónico que no hemos sabido defender, ni del que tan siquiera imaginamos su estética.
¿Cuántos ciudadanos conocen que existe desde el año 1996, un Plan Especial del Conjunto Histórico de Murcia, el conocido como PECHA? Su principal objetivo es: “alcanzar una adecuada ordenación, protección y conservación de edificaciones catalogadas dentro del recinto, espacios urbanos catalogados y restos arqueológicos hallados en el subsuelo de dicho recinto”.
Dos años después de la entrada en vigor de este PECHA ya se tuvieron que rectificar y modificar algunos aspectos y materias reguladas en el mismo, vamos que no empezó con buen pie. Ya que no había tenido en cuenta indicaciones necesarias que posteriormente aportarían la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas de la CARM y la Dirección General de Cultura.
Este Plan ambicioso ¿¿??. Cuenta con: 95 artículos de Ordenanzas Reguladoras, Listado de Edificios Precatalogados, con su ubicación. Legislación y Normativa, Vistas Antiguas (fotos de malísima calidad y muy pocas), Planos de Proyecto, Planos de Información y Memoria de Ordenación. Todo esto lo tengo en estos momentos sobre mi mesa.
Y con la prudencia que a todo esto le otorgo, sinceramente me parece desfasado, con falta de trabajo interdisciplinar, con escasa documentación, y con ausencias de una normativa viable y práctica. Nada de una firme asignación de responsables y macroequipo de trabajo y sobre todo de una seria y contundente aplicación activa de los fines de este Plan.
Durante muchos años los ciudadanos de la capital hemos asistido con mayor o menor resignación a la total devastación y transformación de la fisonomía de la ciudad de Murcia. Más allá de los cambios urbanísticos relacionados con el crecimiento de la urbe, se encuentra la falta total de rigor y responsabilidad por las innumerables alteraciones sufridas en nuestro patrimonio arquitectónico.
 Sin duda y pese a que existe este PECHA, al que por supuesto rara vez se le hace caso o consulta, la paulatina degradación de nuestra trama urbana es evidente. Es conocido por todos las constante desaparición de edificios catalogados por unas determinadas características arquitectónicas que los hacen únicos, y sustituidos estos por nuevas construcciones con un  intento muy fallido de reconstrucción de fachadas, en nada parecidas al original. El famoso estilo “remordimiento”, como diría aquel profesor de la facultad de Historia del Arte. Estos carecen por completo de entidad estilística o no se ajustan a las tipologías ya establecidas en el plan antes mencionado. Nada de conservar, por supuesto, nada de preservar el patrimonio urbano, ni adarves, ni antiguo entramado urbano, ni nada.
Como este asunto me quema, y me saca los demonios, me limito a un último ejemplo que tengo cercano y pongo punto final al asunto, hasta que me dé un nuevo arrebato. Por la nostalgia de la Murcia que no es, y que pudo ser y que ahora no sabemos a qué se parece.

Me refiero a la reciente utilización de un Bien de Interés Cultural grado 1, declarado en el año 1982 como Monumento Histórico – Artístico de la ciudad, en mercado.
Estoy hablando del Paseo del Malecón, que data del S. XV. Se configuró tal y como lo conocemos hoy, en el S. XVIII allá por 1736, como defensa de las avenidas del río a la ciudad, y en paseo, como ha llegado hasta nuestros días.
Yo me pregunto, ¿solicitó la administración local el permiso oficial a los responsables del patrimonio autonómico, para el uso, el nuevo uso al que han destinado dicho paseo? Espero que sí.
¿Han seguido  los trámites pertinentes tal y como lo exige la Ley de Patrimonio 4/2007 de 16 de Marzo en su capítulo II, artículo 8, 1.a? Confío en que sí.
Porque por muchos esfuerzos que se realicen para que no ocurra, este BIC está sufriendo inevitablemente deterioro y alteraciones en su integridad, aunque sea meramente paisajístico. La instalación de estas casetas en el Paseo del Malecón son un grave atentado a uno de los símbolos más representativos del patrimonio urbano heredado del S.XVIII, el cual viene determinado por una características inequívocas, las cuales quedan de esta forma totalmente alteradas.

(Mientras he redactado estas líneas me he puesto en contacto con la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, este PECHA, no se puede consultar en su bonita web. Y actualmente está en revisión 18/04/2011)

3 comentarios:

  1. No comment...

    Al hilo de la historia...no sé si has visto esta página de Facebook...me ha encantado encontrarla...

    http://www.facebook.com/profile.php?id=1619284270#!/pages/Fotos-Antiguas-de-Murcia/266531795599

    Un besico...

    ResponderEliminar
  2. Me gusta para artículo en la prensa. Quiero decir que no debería quedarse sólo aquí. Por más que "aquí" sea un muy noble lugar.

    ResponderEliminar
  3. Lo he encontrado, lo tiene escondido a través de Planos, http://195.57.119.201/info.asp?ipag=74
    Creo que empiezan a tenerme miedo, lo noto.

    ResponderEliminar